El gobierno chino suele ser duro con aquellos que no coinciden con el mensaje que el Estado quiere dar. Un buen ejemplo de ello es la periodista Zhang Zang, condenada a cuatro años de cárcel por informar sobre el coronavirus. (Luke MacGregor/Bloomberg)
El gobierno chino suele ser duro con aquellos que no coinciden con el mensaje que el Estado quiere dar. Un buen ejemplo de ello es la periodista Zhang Zang, condenada a cuatro años de cárcel por informar sobre el coronavirus. (Luke MacGregor/Bloomberg)
/ Luke MacGregor
Redacción EC

Cuatro meses después de haber comprado el aeropuerto de Toulouse, en el 2015, el empresario chino Mike Poon despareció. Acusado de corrupción, fue obligado a regresar a Beijín a comparecer. No se supo de él por más de año y medio. Y, cuando regresó, estaba decidido a vender sus acciones.

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