Cada cierto tiempo, aparece en los titulares por sus presuntas pruebas de misiles balísticos, forma en la que avisan al mundo que son de temer. Por eso es irónico que el país de ocupe, desde hoy, la presidencia de la Conferencia de Desarme de la .

Parece ser una mala broma, pero no lo es. Según EFE, la “presidencia recae cada mes en uno de sus 67 Estados miembros según un listado por orden alfabético”.

LEE TAMBIÉN | Las 13 tumbas que simbolizan el pasado controvertido de la familia de Kim Jong-un

Ahora le toca Corea del Norte, un país promete ampliar su capacidad armamentística nuclear” y que, desde inicios del año, ha más de una decena de ensayos armamentísticos y, en marzo, disparó un misil balístico intercontinental por primera vez desde 2017″.

Los últimos lanzamientos fueron a finales de mayo: tres fueron en “dirección al mar de Japón”, “tras la culminación del viaje a Corea del Sur y Japón del presidente de Estados Unidos, Joe Biden”.

Al respecto, Marco Carrasco, docente de Estudios de Asia Oriental de la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la U. de San Marcos, opina: “Ahí está la contradicción: que el país que representa la antítesis del desarme, el que sostiene históricamente su necesidad de tener armamento para protegerse del resto del mundo, ocupe ese cargo”.

Porque hay que recordar el uso estratégico, además del militar, que Corea del Norte da a las pruebas de armas nucleares. Lo hacen para disuadir a sus enemigos, para tener cierto poder de negociación con otros países, como Corea del Sur y Estados Unidos, y, a partir de ello, obtener ciertos beneficios”.

LEE TAMBIÉN | Corea del Norte afirma que el brote de COVID-19 está controlado e “intensifica” el tratamiento
Kim Jong-un, el líder de Corea del Norte. AP
Kim Jong-un, el líder de Corea del Norte. AP

Un boicot descartado

Pero Carrasco no considera que las estructuras internas y los procedimientos de las Naciones Unidas deban cambiar. Para él, la Conferencia de Desarme viene funcionando por décadas con el sistema de rotación, así que las reglas ya están dadas, por lo que no debería generar algún inconveniente.

Esto no significa, por supuesto, que todos estén de acuerdo y no hagan algo al respecto. Es innegable que la presidencia de Corea del Norte ha caído mal. La agencia EFE :

Una de las opciones que se había barajado era la de boicotear las sesiones de trabajo de este mes, pero los países finalmente optaron por una participación, que en el caso de los europeos será de un nivel inferior hasta que Corea del Norte concluya su periodo el próximo 24 de junio, lo que significa que sus embajadores no acudirán a las sesiones”.

Sin embargo, según Carrasco, hoy por hoy no se podría hablar de boicot, a diferencia de años anteriores en los que se dieron circunstancias similares. “Esto ya pasó antes. En el 2018 le tocó a Siria ocupar este puesto, y en el 2019, a Venezuela”.

En el caso venezolano, por ejemplo, Estados Unidos boicoteó el desarrollo de estas reuniones a partir de retirarse y seguir criticando. Y hubo países que lo apoyaron e hicieron lo mismo”.

Por lo pronto, eso no ha pasado con Corea del Norte. La posición de EE.UU. es bastante marcada por la naturaleza del Gobierno de Kim Jong-un, pero los otros países no lo acompañaron. Aunque la situación podría cambiar”.

Y, cuenta Carrasco, hay un detalle adicional que puede tensar las relaciones dentro del foro.

A partir de su liderazgo en la cumbre, Han Tae Song, embajador de Corea del Norte ante la ONU en Ginebra, a qué responde su política armamentista. “Mi país sigue en guerra con Estados Unidos, en otras palabras la Guerra de Corea en los años cincuenta no ha terminado y nos encontramos en un estado de alto el fuego. Además, hemos sido objeto de todo tipo de amenazas por parte de Estados Unidos, incluido el uso de armas nucleares”, sostuvo.

Carrasco sentencia que, al ocupar la presidencia, estas declaraciones pueden causar polémica. “No hay que mezclar las cosas. Ellos demandan que se respete su representatividad y opinión. Y si bien su discurso no es distinto al usual, tiene más eco por el liderazgo, un cargo que lo obliga a respetar las otras posiciones, por lo menos hasta que acabe su periodo”.