La tensión vuelve a aumentar en la península coreana. Esta vez, luego de que Seúl detectara a cinco drones norcoreanos sobrevolando su espacio aéreo y respondiera con el envío de sus propias aeronaves para fotografiar instalaciones militares del Norte.
MIRA: Drones de Corea del Norte llegan al territorio de Corea del Sur en pleno aumento de la tensión entre ambos países
Sobre las 10:25 a.m., el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur (JCS) detectó a cuatro drones sobrevolando la provincia de Gyenonggi y a un quinto haciendo lo propio al norte de Seúl.
Esto llevó a que las fuerzas surcoreanas realizaran avisos sonoros y desplegaran cazas y helicópteros de combate que a su vez dispararon más de 100 veces contra los drones, sin lograr derribar ninguno.
El episodio provocó que los dos aeropuertos de Seúl suspendieran todos sus vuelos del día, una decisión que no tiene precedentes según detalló el profesor de la Universidad de Estudios Norcoreanos en Seúl, Yang Moo-jin, a la cadena francesa RFI.
La agencia de noticias surcoreana Yonhap informó, además, que un caza ligero KA-1 se estrelló en la provincia de Hoengseong durante las operaciones contra los drones.
Corea del Norte dispone de entre 300 y 1.000 drones de tecnología poco avanzada, según fuentes militares. Aunque en esta ocasión las fuerzas surcoreanas no pudieron determinar si las aeronaves no tripuladas eran de combate o realizaban misiones de espionaje.
Tensión inacabable
El episodio de los drones llega apenas tres días después de que Corea del Norte lanzara dos misiles hacia el mar de Japón, reportado por el Ministerio de Defensa nipón.
Dichos lanzamientos se dieron pocos días después de que el régimen de Kim Jong-un anunciara que había probado un cohete que trasladaba un satélite de reconocimiento militar y se encontraba probando un nuevo tipo de motor para mejorar sus misiles de largo alcance, reportó la agencia EFE.
Ante el último envío de drones, Corea del Sur respondió horas más tarde desplegando “aeronaves de reconocimiento tripuladas y no tripuladas a áreas cercanas a la Línea de Demarcación Militar (la divisoria entre los dos países) y al norte de la misma”, según un comunicado del JCS.
Las naves “realizaron distintas operaciones, algunas de reconocimiento, lo que consistió, por ejemplo, en fotografiar instalaciones militares enemigas clave”, agrega el anuncio del comando.
Esta nueva escalada va en concordancia a un año marcado por un número récord de ensayos balísticos realizados por el Norte que han sido respondidos con grandes maniobras militares y despliegues de activos estratégicos por parte del Sur junto a Estados Unidos.
Dichos ensayos militares han sido vistos por Corea del Norte como un preparativo de invasión.
Escenario cada vez más peligroso
No es la primera vez que el Sur detecta drones norcoreanos en su territorio. El último episodio de este tipo se produjo en el 2017, cuando Seúl lanzó una alerta al ubicar naves no tripuladas en su espacio aéreo que cumplían labores de espionaje.
Tres años antes, en el 2014, Corea del Sur también detectó varios drones norcoreanos en su lado de la frontera.
“Es cierto que no es la primera vez, pero hace varios años que no había incursiones conocidas. Esta es una escalada. Corea del Norte, especialmente este año, ha probado misiles, incursiones aéreas, de todo. Está probando todos los armamentos que tiene y en este caso, dado el gran rol que han tomado los drones en la guerra de Ucrania, vio necesario probar los suyos. Temo que esto podría derivar en una mayor escalada, si Corea del Sur envía otros drones podemos estar ante el inicio de un escenario muy peligroso”, comenta a El Comercio el internacionalista especializado en Asia y profesor de la Universidad San Marcos Carlos Aquino.
El experto estima, además, que esto podría aumentar “las posibilidades de que esto escale a un conflicto armado”, debido a que el gobierno de Yoon Suk-yeol, a diferencia de su predecesor, Moon Jae-in, ha adoptado una política más activa ante las provocaciones del Norte.
En cuanto a las constantes escaramuzas de este año, sin precedentes a lo largo del conflicto en la península, Aquino considera que se debe a dos factores principales. “Primero, Corea del Norte no encuentra a un gobierno ‘amigable’ en el Sur, sino a uno confrontacional. Segundo, (los norcoreanos) están envalentonados por su cada vez más cercana amistad con China y Rusia, son dos grandes socios que le aseguran que el Consejo de Seguridad no les hará nada y que, además, le surten de petróleo, gas o artículos de lujo. Encontramos que ese eje formado entre Rusia, China y Corea del Norte se consolida frente a la alianza de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur”, explica.