En su tradicional mensaje televisivo por año nuevo, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, tendió una inusitada rama de olivo a su vecino del sur. (Foto: AP)
En su tradicional mensaje televisivo por año nuevo, el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, tendió una inusitada rama de olivo a su vecino del sur. (Foto: AP)
BBC News Mundo

Una noticia estremeció la llegada de 2018 en la península coreana. Pero esta vez, no se trató de un misil o una amenaza nuclear.

En su tradicional mensaje televisivo por año nuevo, el líder de , Kim Jong-un, tendió una inusitada rama de olivo a su vecino del sur.

Kim dijo que estaba considerando enviar una delegación a los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebran en febrero en Corea del Sur. Y agregó que ambas partes deberían "reunirse urgentemente para discutir la posibilidad".

La declaración levantó sospechas, expectativas y un movimiento diplomático inusual para un día de inicios de año.


Seúl respondió de inmediato y ofreció conversaciones de alto nivel el 9 de enero para discutir la posible participación de Pyongyang en la competencia.

El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, afirmó que veía la oferta como una "oportunidad pionera" para mejorar las relaciones, aunque también sostuvo que el programa nuclear del norte sería el telón de fondo de cualquier discusión deportiva.

Desde Estados Unidos, el presidente Donald Trump consideró que la propuesta del Kim era una muestra de que las sanciones "y otras presiones" impuestas a Pyongyang estaban empezando a tener un impacto.

"Quizás sean buenas noticias, tal vez no, ya veremos", escribió en Twitter.

Pero ¿qué puede esperarse de este diálogo, en caso de que tenga lugar?, ¿en qué circunstancias y bajo qué condiciones ocurría?

Aquí te ofrecemos 5 claves y una de las principales incógnitas que deja la extraña propuesta de Kim.


1. ¿Quién podría ir a los juegos?

Una de las primeras claves después de la propuesta son los integrantes de la delegación de Corea del Norte a los Juegos Olímpicos de Invierno.

Los únicos dos atletas norcoreanos que clasificaron para la competencia son los patinadores Ryom Tae-Ok y Kim Ju-Sik.

Aunque Pyongyang no cumplió con el plazo oficial para confirmar su participación, los patinadores aún podrían participar a través de una invitación del Comité Olímpico Internacional.

Una posibilidad que no se descarta y que va más allá del propio interés deportivo.

De hecho, el presidente del comité organizador de los Juegos, Lee Hee-beom, dijo a la agencia de noticias surcoreana Yonhap que la posible participación del norte era "como un regalo de Año Nuevo".


2. ¿Dónde serán los Juegos de Invierno de este año?

Los Juegos Olímpicos de Invierno de febrero y los Paralímpicos en marzo se celebrarán en la localidad de Pyeongchang, ubicada a unos 180 km al este de Seúl.

Lo más curioso es que el nombre de la ciudad y el de la capital de Corea del Norte tienen una llamativa semejanza en su pronunciación, lo que llevó a Seúl a pensar en una estrategia para marcar la diferencia.

El nombre de la ciudad donde se realizarán los juegos y el de la capital de Corea del Norte tienen una llamativa semejanza en su pronunciación. (Foto: EFE/Kim Hee-chul)
El nombre de la ciudad donde se realizarán los juegos y el de la capital de Corea del Norte tienen una llamativa semejanza en su pronunciación. (Foto: EFE/Kim Hee-chul)

Por eso, en la publicidad internacional de los juegos, Corea del Sur decidió cambiar la grafía del nombre de la ciudad y poner una mayúscula en el medio: PyeongChang, en un intento por diferenciarla de la capital norcoreana, Pyongyang.

Otra preocupación surcoreana era evitar equívocos lamentables, como cuando en 2014, Daniel Olomae Ole Sapit, un miembro de la tribu Maasai de Kenia iba a una conferencia de la ONU en Pyeongchang y compró por error un boleto a Corea del Norte.

Fue interrogado a su llegada y multado con US$500.

Pero más allá de las posibles confusiones con los nombres y la eventual participación de los patinadores, la asistencia de Corea del Norte a los juegos de PyeongChang es también una jugada para propiciar las conversaciones entre los dos países.


3.¿Dónde podrían encontrarse las dos Coreas?

El ministro de Unificación de Corea del Sur, Cho Myoung-gyon, propuso una reunión en Panmunjom, una localidad fronteriza llamada "la aldea de la tregua".

La población está ubicada en la zona desmilitarizada, una región fuertemente vigilada donde los dos países han sostenido anteriores conversaciones diplomáticas.

Aún no se sabe quién, si es que alguien, asistiría a las conversaciones propuestas, ya que Pyongyang no ha respondido, al menos públicamente, a la propuesta de Moon Jae-in.

No obstante, Moon indicó que pidió a sus ministros que actuaran rápido para garantizar la asistencia de una delegación del norte.


4.¿Cuándo conversaron por última vez?

Las últimas conversaciones de alto nivel entre los dos países tuvieron lugar en diciembre de 2015 y se celebraron en la zona industrial conjunta de Kaesong.

Finalizaron sin ningún acuerdo y la agenda no se hizo pública.

La frontera entre las dos Coreas desde el Sur es una zona muy fortificada. (BBC)
La frontera entre las dos Coreas desde el Sur es una zona muy fortificada. (BBC)

En julio de 2017, Corea del Sur propuso otras dos reuniones bilaterales, una que se centraría en las conversaciones militares y otra en un proyecto para reunir a las familias separadas por la guerra entre las dos naciones.

Pero nunca tuvo lugar.

En cambio, Corea del Norte continuó con el desarrollo de su programa nuclear, disparó varios misiles de prueba y llegó incluso a realizar su sexta prueba atómica.


5.¿Por qué podría ser diferente esta vez?

En esta ocasión, fue el propio líder norcoreano quien propuso el acercamiento. Y eso lo hace diferente.

Aunque repitió sus amenazas contra Estados Unidos y dijo que siempre tenía un botón de lanzamiento nuclear sobre su mesa, sorprendió al afirmar que estaba "abierto al diálogo" con su vecino.

En los últimos tiempos, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha impuesto severas sanciones a Corea del Norte, que incluyen medidas para reducir drásticamente las importaciones de gasolina y otros derivados del petróleo al país asiático en un 90%.

Washington también ha impuesto sanciones a Pyongyang desde el año 2008, al congelar los bienes de personas y compañías vinculadas con el programa nuclear norcoreano y al prohibir las exportaciones de bienes y servicios al país.

Muchos expertos han considerado que las medidas podrían provocar una hambruna o una crisis humanitaria en Corea del Norte, lo que podría obligar a su líder a buscar una alternativa al diálogo.

Pero la posibilidad misma del diálogo, los temas a tratar y la posición de otras grandes potencias al respecto dan paso también a las interrogantes que rodean esta posible reunión.


La incógnita

De acuerdo con el corresponsal de asuntos diplomáticos de la BBC, Jonathan Marcus, la repentina disposición de Kim Jong-un a hablar puede ser tanto un paso para evitar una guerra potencial como un esfuerzo para abrir una grieta en la ya conflictiva relación entre Corea del Sur y Estados Unidos.

Un eventual diálogo, a espaldas de Washington, remarcaría también las diferencias entre la Casa Blanca y Seúl sobre la posible solución a la crisis con Pyongyang, dividida entre las políticas de mano dura de Trump y los llamados a la paz de Moon.

Vladimir Putin, presidente de Rusia, y su homólogo de China, Xi Jinping. (Foto: Reuters)
Vladimir Putin, presidente de Rusia, y su homólogo de China, Xi Jinping. (Foto: Reuters)

Pero las conversaciones entre los dos países no solo dejaría fuera a Estados Unidos, sino también a las otras potencias interesadas o afectadas por la crisis en la península coreana, como China, Japón y Rusia.

Las declaraciones de Moon de que el tema nuclear estaría sobre la mesa también dejan dudas sobre la posibilidad de una resolución del conflicto.

Dado que Pyongyang ve su programa de misiles como parte de su proyección geoestratégica y que Estados Unidos no considera una posible salida a la crisis sin la renuncia de Corea del Norte al armamento nuclear, la posibilidad de una salida a las tensiones es todavía lejana, según Marcus.

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