Al menos 500 pasajeros, que se encontraban en el Diamond Princess por el brote del coronavirus, comenzaron a desembarcar este miércoles del crucero tras confirmarse que dieron negativo en los test y cumplir el plazo determinado de cuarentena impuesto por las autoridades japonesas.
El embajador peruano en Japón, Harold Forsyth, informó a El Comercio que los nueve connacionales que están al interior del barco como parte de la tripulación, seguirán cumpliendo sus funciones y serán puestos en una nueva cuarentena al término del desembarco total de pasajeros.
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“Se calcula que en dos o tres días pueda terminar el desembarque de todos los pasajeros donde no hay peruanos. Cuando ocurra eso, empieza una nueva cuarentena para la tripulación”, declaró Forsyth.
“Pero, va ser algo más cómodo porque las autoridades sanitarias de Japón van a desinfectar las habitaciones de los pasajeros. Entonces, esas habitaciones más independientes y más cómodas, se van a distribuir entre los tripulantes para la nueva cuarentena”, agregó.
Posteriormente, los tripulantes pasarán las pruebas para descartar el virus de Wuhan y podrán tomar la decisión de desembarcar.
“Los tripulantes que deseen abandonar la embarcación, mientras el resultado sea negativo, van a poder hacerlo. Y la empresa se hará cargo de llevarlos a sus propios países, cubriendo todos los gastos”, enfatizó.
De igual manera, el diplomático confirmó una reunión con la vicepresidenta de asuntos corporativos y el vicepresidente de operaciones de la empresa propietaria del crucero, Carnival Australia, gracias a una gestión de la embajada de Perú en Japón y el Consulado General del Perú en Tokio.
En el cónclave, junto a las embajadores de Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Honduras y México, se resaltó que la empresa cubrirá todos los costos que generen las prestaciones de salud de los tripulantes.
“Obviamente los tripulantes que se están quedando siguen una actividad y también reciben un ingreso por su trabajo, pero lo que nos interesaba era el seguro, las prestaciones de salud y la empresa nos dijo que están asumiendo los costos”, informó Forsyth.
El diplomático también declaró que los nueve compatriotas se encuentran en perfecto estado de salud. “Los nueve peruanos hasta hoy -las 11:18 p.m. de Japón- están en muy buen estado. No hay ninguna información negativa”.
Finalmente, Forsyth destacó el “el interés particular de la cancillería peruana" para concentrarse "en este asunto y en el bienestar de nuestros compatriotas”.
Nuevos casos confirmados
Las autoridades de Japón confirmaron este miércoles que dieron positivo por coronavirus 79 personas más, lo que incrementó la cifra de contagiados a 621. Los ciudadanos con coronavirus fueron conducidos a los centros médicos más cercanos de manera inmediata y deberán someterse a una nueva cuarentena.
Diversos países tomaron la decisión de repatriar a los pasajeros de su nacionalidad. Por ejemplo, Estados Unidos evacuó a 300 personas el domingo, a lo que se sumaron Canadá, Corea del Sur, Australia, Hong Kong y Reino Unido.
Críticas a la gestión japonesa
Pasajeros argentinos al interior del crucero Diamond Princess revelaron este miércoles al medio La Nación que continúan aislados y sin información sobre su desembarco. “La verdad es que no sé nada. Esto es un desastre. Ahora dicen que los hoteles de Tokio no nos aceptan. Es un desastre”, dijo una argentina a La Nación.
La pasajera, que mostró su temor y desesperación por el encierro en su habitación, declaró que espera tener mayores novedades sobre su salida. Incluso, dijo que mantiene contacto permanente con las autoridades argentinas, pero que la única respuesta que recibe es que la decisión final la tiene el gobierno de Japón.
Por otro lado, la agencia de noticias AFP se hizo eco de las polémicas declaraciones del infectólogo Kentaro Iwata. El especialista calificó de “caótica” la gestión de las autoridades sanitarias de Japón tras subir al Diamond Princess.
“Este navío es totalmente inapropiado para el control de propagación de infecciones. No hay distinción entre zonas verdes (sanas) y rojas (potencialmente infectadas) y el personal puede circular de un lugar a otro, comer, llamar por teléfono”, denunció.