Desde hace más de 60 años, miles de familias coreanas se han visto en la necesidad de separarse para intentar sobrevivir a la guerra que dividió el país, entre 1950 a 1953.
Representantes de Corea del Sur y Corea del Norte iniciaron su primera reunión de alto nivel en siete años para abordar el histórico encuentro de familias separadas, programado entre el 20 y 25 de este mes.
Los delegados de ambos gobiernos se encontraron en el lado sur de la Aldea de la Tregua de Panmunjom, ubicada en la frontera que separa a ambos países, indicó una vocera del Ministerio de Unificación surcoreano.
Las partes no han marcado un horario fijo para la reunión y ésta podría prolongarse a lo largo del día "en función de cómo avancen las negociaciones", aseguró la portavoz.
Además de allanar el camino para la celebración del reencuentro de familias, se espera que los representantes de Seúl y Pyongyang busquen modos de dar periodicidad a este tipo de eventos humanitarios.
La reunión se celebra a propuesta de Corea del Norte, que el pasado sábado formuló una petición oficial a su vecino del sur a través del canal telefónico que ambos países mantienen en Panmunjom.
Los dos gobiernos acordaron la semana pasada celebrar una próxima cita en la que cien familias del norte y otras cien del sur se reunirán del 20 al 25 de febrero con sus parientes del otro lado de la frontera, a quienes no han visto desde hace más de seis décadas.
El programado reencuentro familiar sería el decimonoveno desde 1985 y el primero en más de tres años, desde octubre del 2010.
Decenas de miles de coreanos, casi todos ancianos, no han podido retomar el contacto con sus familiares del otro lado de la frontera desde que el primer conflicto armado a gran escala de la Guerra Fría confirmara la división en dos de la península, entre el sur capitalista y el norte comunista.