Miembros de ISIS fueron asesinados en la ciudad de Jassim en el campo de Daraa como resultado de la campaña llevada a cabo por jóvenes locales. (Foto: Captura YouTube Siria TV)
Miembros de ISIS fueron asesinados en la ciudad de Jassim en el campo de Daraa como resultado de la campaña llevada a cabo por jóvenes locales. (Foto: Captura YouTube Siria TV)
Agencia EFE

Las fuerzas gubernamentales mataron hoy a varios “cabecillas” del grupo yihadista (EI) cuando se encontraban en un cuartel perteneciente a la formación terrorista en la provincia meridional de Deraa, informó la agencia oficial de noticias del país árabe, SANA.

La operación fue llevada a cabo en colaboración con grupos armados locales en la localidad de Yasim y forma parte de un operativo más amplio para acabar con la presencia del EI en la zona, indicó SANA, que cita a una fuente de seguridad siria no identificada.

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Entre los fallecidos se encuentran dos “líderes” yihadistas identificados como Abu Muauiya al Fali y Abu Jaled al Idlibi, si bien la fuente no proporcionó el número exacto de bajas infligidas a la agrupación extremista durante el asalto a su cuartel.

Ayer mismo, Rusia, aliada de Damasco, anunció que las fuerzas de ambos países mataron a una veintena de miembros del EI en otra operación conjunta en la provincia de Deraa, según la agencia de noticias estatal rusa TASS.

El operativo fue organizado en respuesta a la explosión de un artefacto explosivo improvisado colocado el pasado jueves en un autobús militar perteneciente a las tropas sirias, una acción en la que murieron 18 soldados y otros 27 resultaron heridos a las afueras de Damasco.

Deraa limita con la región de Rif Damasco, donde tuvo lugar el ataque de la semana pasada, y también con el linde suroccidental del desierto central sirio.

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El vasto desierto de Badia, que se extiende por varias provincias sirias y también más allá de las fronteras del país, concentra a la mayoría de las células yihadistas todavía activas en Siria más de tres años después de que el grupo fuese derrotado territorialmente en marzo de 2019.

Allí, el Estado Islámico se aprovecha de la orografía para lanzar emboscadas y acciones, y posteriormente replegarse a sus escondrijos en cuevas y colinas sin sufrir grandes consecuencias.

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