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Kim Il-sung, el Presidente Eterno, quería vivir 100 años a toda costa. Para ello, el fundador de Corea del Norte ordenó a sus médicos que encontraran la manera de plasmarlo. Apelaron a tratamientos que iban desde lo disparatado hasta lo siniestro. La historia se la contó el médico del dictador a la cadena CNN.
Kim So Yeon, el médico personal de Kim y quien desertó en 1992, encabezó un Centro de Longevidad creado con el único propósito de buscar una vida más larga para Kim.
"Hicimos un gran trabajo de investigación... Pero nosotros solo le dimos los tratamientos que él había escogido de nuestra lista de opciones", contó el médico.
Un gigantesco monumento en honor a Kim Il-sung en Pyongyang (AP)
Uno de los tratamientos favoritos de Kim fueron las transfusiones de sangre de los ciudadanos norcoreanos de 20 años.
Los que eran elegidos con el honor de la donación de sangre para el Presidente Eterno fueron alimentados con comida nutritiva especial, señala CNN.
Otro de los favoritos, de acuerdo con el doctor, fue ver a los niños pequeños hacer cosas divertidas o lindas para reírse.
El Centro de Longevidad consideraba que la felicidad trae buena salud, por lo que le prescribió más risa al líder norcoreano. Por ello Kim se ve sonriente en muchas fotos oficiales.
"Él quería gobernar el tiempo que pudiera. Creo que quería vivir una larga vida para su propia satisfacción", dice el doctor.
Pero los tratamientos no funcionaron. Kim Il-sung murió a los 82 años. Sin embargo sí superó de lejos la esperanza de vida en Corea del Norte: 64 años.
Lo sucedió en el poder su hijo Kim Jong-un, quien a su vez fue reemplazado por Kim Jong-un, el actual líder norcoreano.
Kim Il-sung junto a su hijo Kim Jong-il (AP).
