Hong Kong (AP)
Manifestantes de Hong Kong en favor de la democracia planean celebrar un referéndum el domingo para decidir si siguen con su protesta en las calles o aceptan la oferta del gobierno para más conversaciones y retiran sus campamentos.
Los tres grandes grupos detrás de las protestas dijeron el jueves que sondearían la opinión del público en el principal escenario de sus protestas en centro del enclave, donde miles de personas siguen acampadas.
El gobierno de Hong Kong ha ofrecido remitir un informe al gobierno central chino destacando que los manifestantes no están contentos con el plan dictado por Beijing y por el que un comité de 1.200 personas elegiría a los candidatos a las elecciones a jefe ejecutivo del territorio en 2017.
Los manifestantes dicen que el comité tiende a respaldar las preferencias del gobierno central y que debería descartarse o al menos someterse a una reforma para representar mejor a los 7,2 millones de habitantes de la capital financiera de Asia.
Funcionarios de Hong Kong se han ofrecido también a mantener un diálogo regular con los manifestantes sobre reformas democráticas si ponen fin a las protestas que duran ya un mes y han ocupado calles en tres de las zonas más concurridas de la ciudad.
La Federación de Estudiantes de Hong Kong, que es una de las principales organizadoras del movimiento, ya ha rechazado la oferta del gobierno pero mantienen el referéndum del domingo.
Una portavoz de Occupy Central with Peace and Love, otro grupo de protesta detrás de la convocatoria de referéndum, dijo que el texto de la papeleta y otros detalles se darán a conocer más tarde.
Hablando por primera vez en público desde el comienzo de las protestas, Tung Chee-hwa, el primer jefe ejecutivo de la ciudad tras su transición del mandato británico al chino en 1997, dijo el viernes que las demandas de los manifestantes no eran realistas y que deberían aceptar un calendario más amplio para las reformas electorales.
"Estudiantes, espero que escuchéis lo que está diciendo este hombre mayor", dijo el ex mandatario de 77 años en una conferencia de prensa. "Es hora de irse a casa".