Washington [AFP]. Estados Unidos envió el martes refuerzos militares a Bagdad para proteger su embajada, tomada por asalto por una multitud, anunció el secretario de Defensa, Mark Esper.
“Tomamos medidas de protección adecuadas en pro de la seguridad de los ciudadanos, militares y diplomáticos estadounidenses en el país y para asegurar nuestro derecho a la autodefensa. Enviamos fuerzas suplementarias para respaldar a nuestro personal en la embajada”, señaló en un comunicado.
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Estados Unidos acusó este martes a Irán de “orquestar” el asalto de su embajada en Bagdad y exhortó a las autoridades iraquíes a “proteger” la sede diplomática o de lo contrario “defenderá” directamente a sus ciudadanos.
Miles de iraquíes, partidarios de los grupos armados proiraníes, irrumpieron el martes en la embajada de Estados Unidos en Bagdad para protestar contra los bombardeos ordenados por Washington el domingo en Irak y que dejaron 25 combatientes de las brigadas de Hezbolá muertos.
“Ahora Irán está orquestando un ataque en la embajada de EE.UU. en Irak. Serán considerados completamente responsables”, escribió el presidente Donald Trump en Twitter.
“Esperamos que Irak use sus fuerzas para proteger la embajada. Ya han sido informados!”, añadió.
Elevando la presión, el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, mantuvo una llamada telefónica con el primer ministro iraquí, Adel Abdel Mahdi y el presidente Barham Saleh, a quienes “dejó claro que Estados Unidos protegerá y defenderá a sus ciudadanos” en la embajada, “que están allá para apoyar un Irak soberano e independiente”.
El primer ministro saliente Adel Abdel Mahdi y el presidente Barham Saleh aseguraron a Pompeo “que se tomaron en serio sus responsabilidades y garantizarían la seguridad de los empleados y la infraestructura estadounidenses”, indicó en comunicado del Departamento de Estado.
Trump defendió la decisión de su gobierno de proceder a los bombardeos en represalias por la muerte, el viernes, de un contratista estadounidense en un ataque no reivindicado pero atribuido por Washington a las brigadas del Hezbolá.
Este grupo armado iraquí es miembro del Hachd al-Chaabi, una coalición de paramilitares dominada por fracciones proiraníes e integrada a las fuerzas regulares.
“Irán mató a un contratista estadounidense y provocó numerosos heridos. Hemos respondido con fuerza y siempre lo haremos”, escribió Trump.
Tras las operaciones armadas del domingo contra Hezbolá, el sentimiento antiestadounidense ha aumentado en Irak, exacerbado por los grupos proiraníes.
El país está sacudido desde el 1 de octubre por una revuelta popular contra un gobierno acusado de corrupción e incompetencia.
Miles de combatientes y de partidarios del Hachd que participaban en el entierro de las víctimas del bombardeo estadounidense franquearon los puestos de control de la ultra vigilada Zona Verde de Bagdad, donde se encuentran la embajada estadounidense y las instituciones iraquíes. Según comprobaron periodistas de la AFP, las fuerzas de seguridad les permitieron el acceso.
Luego organizaron una sentada frente a la representación diplomática, antes de lograr atravesar la primera barrera del gigantesco complejo estadounidense, a pesar de los intentos de las fuerzas de seguridad iraquíes de impedirles el paso.
El senador republicano Lindsey Graham, un aliado cercano de Donald Trump, emitió una advertencia poco velada a Irán.
“Para el gobierno iraní: cuidado...un país que depende de su capacidad para refinar petróleo para su existencia debe tener cuidado”, dijo en Twitter.