El primer ministro israelí y jefe del partido Yesh Atid, Yair Lapid, se dirige a sus seguidores en la sede de la campaña en Tel Aviv a primera hora del 2 de noviembre de 2022, después del final de la votación para las elecciones nacionales. (Foto de GIL COHEN-MAGEN / AFP)
El primer ministro israelí y jefe del partido Yesh Atid, Yair Lapid, se dirige a sus seguidores en la sede de la campaña en Tel Aviv a primera hora del 2 de noviembre de 2022, después del final de la votación para las elecciones nacionales. (Foto de GIL COHEN-MAGEN / AFP)
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Agencia EFE

El primer ministro en funciones, , habló hoy por primera vez desde su derrota electoral la semana pasada ante y transmitió un mensaje de unidad, respeto y tolerancia, aunque advirtió de que Israel se acerca a “un punto de no retorno”.

”Tenemos que decidir ahora, en este momento, hacia dónde va este país. Estamos cerca de un punto de no retorno, pero aún está en nuestras manos. Todavía podemos cambiar de dirección”, manifestó Lapid durante un acto en el monte Hertzl de Jerusalén (donde están enterrados muchos dirigentes históricos de Israel) por el XXVII aniversario del asesinato del primer ministro israelí Isaac Rabin a manos de un extremista de derechas.

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”Sería un insulto a este lugar, sería un golpe a la memoria de Rabin y a la memoria de todos los inmortalizados aquí en este monte, si continuamos con esta adicción destructiva a la división de ‘nosotros contra ellos’”, agregó Lapid, en alusión a la creciente polarización interna de la sociedad israelí y tras el triunfo de Netanyahu, líder del partido derechista Likud, junto a sus socios ultraderechistas y ultraortodoxos.

En referencia a la intención de los Sionistas Religiosos, uno de los potenciales socios de coalición de Netanyahu, de reformar la justicia y limitar los derechos de algunas minorías, Lapid dijo que su partido (Hay Futuro) “defenderá el Estado de derecho y la independencia de la Justicia”, así como “la total igualdad de derechos sociales y políticos de todos los habitantes independientemente de su religión, etnia o género”.

El discurso de Lapid llega pocos días después de que se conocieran los resultados finales de las elecciones del pasado día 1, que arrojaron una clara victoria al bloque de Netanyahu y le permitirían recuperar el poder tras más de un año como líder de la oposición.

Además de por el Likud, que obtuvo 32 escaños, el gobierno de Netanyahu estaría integrado por Sionistas Religiosos, que obtuvieron 14, y los ultraortodoxos Shas y Judaísmo Unido de la Torá (que entre ambos alcanzaron 18 escaños), con lo que totalizan 64 de los 120 asientos de la Knéset (Parlamento israelí).

El presidente israelí, Isaac Herzog, informó hoy de que a partir del día 9 comenzará las consultas con los líderes de los partidos que obtuvieron representación parlamentaria para que recomienden a un candidato para primer ministro.

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Terminado este proceso, el presidente asignará la tarea de formar Gobierno al candidato con más recomendaciones -previsiblemente Netanyahu-, tras lo cual este deberá alcanzar un acuerdo de coalición junto a otros partidos.

Durante el acto hoy en memoria de Rabin, Herzog también transmitió un mensaje de unidad entre la población e instó a los políticos a “reducir las llamas y mostrar responsabilidad”.

”El racismo, la violencia y el odio no tienen lugar entre nosotros”, dijo Herzog, que destacó que “el Estado de Israel es judío y democrático y está obligado a respetar el Estado de derecho y los derechos humanos”.

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