Dubái, Reuters
El Poder Judicial de línea dura de Irán le ha dado al Gobierno un mes para bloquear WhatsApp y otros populares servicios de mensajería instantánea, mientras crece la presión contra el presidente reformista Hasan Rohani para aminorar su liberalización social y política.
En la advertencia más severa hasta el momento para la administración de Rohani, que asumió hace un año, el procurador general Gholam-Hossein Mohseni-Ejei acusó al ministro de Comunicaciones, Mahmoud Vaezi, de no haber logrado desconectar sitios de redes sociales y aplicaciones "con contenido inmoral y criminal".
"A pesar del período de gracia de tres meses para darles a usted y sus colegas suficiente tiempo, no se ha tomado ninguna acción efectiva para filtrar ofensas inmorales y contrarias al Islam", transmitidas por WhatsApp, Viber y Tango, dijo Mohseni-Ejei, un influyente clérigo y juez.
Su ultimátum, plasmado en una carta difundida por medios iraníes el sábado por la noche, surgió en medio de reportes de una investigación policial sobre "la extendida diseminación de material ofensivo" contra el líder de la Revolución Islámica de 1979, el ayatolá Ruhola Jomeini.
No se difundieron mayores detalles, pero la noticia desató nuevos ataques de la derecha contra el presidente Rouhani, que ha llamado a la Internet "una oportunidad, no una amenaza".
Como la televisión satelital y los videos musicales en décadas pasadas, el ciberespacio ha sido considerado una amenaza a la moral pública y potencialmente subversivo para el gobierno clerical chiíta en Irán.
Decenas de activistas de Internet, usuarios y blogueros han sido arrestados y, según algunos reportes, maltratados, desde que fueron aplacadas con mano dura las protestas en torno a la disputada reelección del ex presidente Mahmoud Ahmadinejad en el 2009.
Pero el clima se ha distendido un poco desde la victoria aplastante de Rouhani el año pasado.
Para mantener a raya a los conservadores que se oponen a la limitada libertad de información, el ministro Vaezi prometió en mayo introducir lo que llamó un "filtro inteligente" para sólo descartar material "obsceno", algo que puede ser aplicado a cualquier cosa desde desnudez parcial femenina hasta pornografía deliberada.