Beijing (EFE). La empresaria china Wang Jing, fundadora de la marca de ropa deportiva local Toread, ha sido blanco de las críticas en su país al descubrirse que utilizó un helicóptero para ahorrarse parte del ascenso al Everest, la montaña más alta del mundo, situada en la frontera chino-nepalí.
Wang, quien había ascendido en otras dos ocasiones la montaña y quiere convertirse en una de las primeras mujeres del mundo en hacer cima en los montes más altos de los seis continentes, llegó a la cumbre el 23 de mayo por la cara sur y se fotografió en ella con una bandera de China, junto a otros dos escaladores.
La polémica llegó días después, cuando las autoridades de turismo de Nepal informaron de que habían abierto una investigación por el posible uso de un helicóptero para que Wang y su equipo atravesaran la parte más peligrosa de la ruta, la misma en la que una avalancha causó la muerte de 16 guías sherpas el 18 de abril.
Tras conocerse la investigación, muchos internautas chinos anunciaron un boicot a la marca Toread, especializada en artículos de montañismo y acampada, a menos de que Wang ofreciera las convenientes explicaciones, informó hoy el oficial "China Daily".
En China muchos aficionados al montañismo se quejan de que el ascenso al Everest y otras montañas del Himalaya tibetano se ha convertido en un coto privado para millonarios del país, por el alto precio de los permisos necesarios para el ascenso, el alquiler de guías y otros preparativos necesarios en las expediciones.
En Nepal, la comunidad de alpinistas critica en cambio la excesiva conversión del ascenso al Everest en un espectáculo turístico, y cómo cada vez más "falsos montañeros" hacen trampa para lograr llegar a la cumbre.
Para poder volar en helicóptero en alturas superiores a la del campo base hacen falta permisos especiales que deben conceder las autoridades nepalíes, y en todo caso para muchos alpinistas cubrir parte de la escalada por el aire viola la tradición deportiva.