Un día como hoy, en el 2012, falleció Sun Myung Moon.
Se trató del fundador de la Iglesia de la Unificación, organización clave en la muerte del exprimer ministro de Japón, Shinzo Abe. Como se recuerda, Abe fue asesinado por un hombre que lo acusó de ser vital en el ascenso de la iglesia que estafó a su mamá y a miles de otras personas pobres.
Y es que su poder alcanza hasta el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien recientemente dio una charla virtual para sus fieles. ¿Cómo consiguieron semejante autoridad? ¿Quién fue Sun Myung Moon?
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La secta Moon
Moon Yong-myung nació en Corea del Norte en 1920 y su camino se hizo claro desde adolescente, cuando Jesús le encomendó seguir su misión en la Tierra. Claro que no lo pudo hacer de inmediato: el dictador Kim Il-sung y su régimen lo mandaron a cumplir con trabajos forzados por tres años.
Para su surte, logró escapar y viajó a Corea del Sur. Allí, en 1954, fundó la Asociación del Espíritu Santo para la Unificación del Cristianismo Mundial y propuso agregar un nuevo testamento a la Biblia. Desde entonces, sus seguidores leen, aprenden y rezan el Principio Divino, pasaje que acusa a Eva de ser quien malogró el plan divino.
Según esa creencia, ella tuvo sexo espiritual con el diablo y al involucrarse con Adán, “perpetuó la descendencia del Maligno”.
Moon vendría a ser el elegido para salvar a la humanidad.
Para cumplir con su misión, Moon empezó a recaudar dinero a través de donaciones. Lo hizo en Estados Unidos, pero no de forma completamente legal, así que terminó en la cárcel por evasión fiscal. Desde ese entonces, su iglesia es considerada como un “culto destructivo”.
Pero es en Latinoamérica donde encontró más aceptación. Brasil y Argentina son los países en donde cobró mayor presencia.
¿Cómo consigue dinero? Además de las millonarias donaciones, la Iglesia de la Unificación vende “objetos con supuestas capacidades espirituales”. También se les acusó de estar “atentos a los obituarios para llamar a las familias y decirles que el espíritu de sus seres amados pide una donación para la iglesia”.
Para evitar problemas, el culto adoptó también el nombre de Federación para la Paz Universal y se diversificó en negocios como las armas, carros y equipos de fútbol.
Finalmente, en el 2012, perdió la vida. Dejó un imperio de más de 50 mil fieles y, según se dice, una fortuna de US$ 900 millones.
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