En la jornada de intensos combates, los aviones de guerra atacaron a los combatientes Houthi cerca de la frontera yemení con Arabia Saudita, dijeron a Reuters fuentes tribales y de los rebeldes.
Los vuelos desde la ciudad de Adén permanecían cancelados pese a la recuperación del aeropuerto.
Arabia Saudita también canceló vuelos a sus aeropuertos del sur, y dijo que reforzó la seguridad en sus fronteras y en sus principales instalaciones petroleras.
SIN APOYO DIRECTO DE EEUU
Al-Arabiya TV informó que el reino está contribuyendo con 100 aviones de combate a la operación contra los insurgentes, conocida como "Tormenta de la Firmeza", y más de 85 más fueron proporcionados por Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Bahréin, Kuwait, Jordania, Marruecos y Sudán.
Las fuerzas egipcias también estaban participando en la ofensiva, y cuatro de sus buques navales viajaban para resguardar el Golfo de Adén.
Un funcionario saudita familiarizado con asuntos de defensa dijo a Reuters que "podría ser necesaria una ofensiva terrestre para restaurar el orden".
En tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán exigió el cese inmediato de las "agresiones y ataques aéreos" en Yemen, según la agencia semioficial de noticias Fars.
"Las acciones militares en Yemen, que se enfrenta a una crisis interna (...) complicarán aún más la situación", citó Fars a la portavoz iraní Marzieh Afkham.
La Casa Blanca dijo que apoyaba la operación y que el presidente Barack Obama autorizó el "respaldo logístico y de inteligencia" estadounidense.
Las fuerzas estadounidenses no están involucradas directamente en la acción militar en Yemen, de acuerdo a una portavoz. Francia y Gran Bretaña también respaldan la ofensiva, pero la Unión Europea dijo que la fuerza militar no era la solución a la crisis.