Persecución y opresión. Los eventos que se han sucedido durante los últimos meses en Nicaragua demuestran que el régimen de Daniel Ortega viene apelando a esos dos términos y que tiembla nuevamente al escuchar dos apellidos: Chamorro Barrios, los mismos que supieron arrebatarle el poder en las urnas a fines del siglo pasado y hoy buscan repetir la historia.
MIRA: Cristiana Chamorro, principal rival de Ortega, está incomunicada y aislada tras quedar con prisión domiciliaria
El 1 de junio se emitió una orden de allanamiento y detención contra Cristiana Chamorro Barrios, periodista y precandidata opositora con las mayores probabilidades de disputar la presidencia contra Ortega en los comicios programados para el 7 de noviembre de este año.
- Cristiana Chamorro, la mayor enemiga de Daniel Ortega, es puesta bajo arresto domiciliario en Nicaragua
- Nicaragua: justicia inhabilita a opositora Cristiana Chamorro para las elecciones presidenciales
- Quién es Cristiana Chamorro, la opositora nicaragüense a la que Ortega sacó de carrera para las próximas elecciones
Tras cinco horas de allanamiento a su domicilio, Cristiana quedó incomunicada y detenida en un supuesto arresto domiciliario que diferentes voces democráticas han denunciado como irregular. A la opositora se la acusa de lavado de dinero y de activos durante su gestión como presidenta de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, la cual abandonó en febrero debido a la presión ejercida desde el régimen bajo la nueva Ley de Agentes Extranjeros, una norma que le permite al orteguismo regular qué organizaciones operan en su país y anular judicialmente a las más incómodas para sus intereses.
Pero, ¿por qué el régimen orteguista teme que Chamorro les impida cumplir su objetivo de quedarse cinco años más en el poder?
MIRA: La OEA advierte que Nicaragua se encamina “a las peores elecciones posibles” por veto a Cristiana Chamorro
HIJA DE DOS ÍCONOS
Para ello debemos remontarnos a la década de 1970 y conocer la historia de Pedro Joaquín Chamorro Cardenal. Este escritor, empresario, político y periodista fundador del diario La Prensa, el más antiguo del país, se convirtió en uno de los principales símbolos de oposición a los regímenes de Luis Somoza Debayle y Anastasio Somoza Debayle.
“Pedro Joaquín fue una figura bastante querida, hizo muchas investigaciones desde La Prensa que vislumbraban los abusos del régimen de Somoza. Era uno de esos críticos que incomodaba demasiado a la dictadura. Tenía mucha credibilidad. Publicar reportajes, insistir y ser un excelente orador causaba recelo en la dictadura”, explica a El Comercio el periodista del portal Divergentes y ganador del Premio Nacional de Periodismo Pedro Joaquín Chamorro, Maynor Salazar.
“Es un símbolo nacional, es un héroe de las libertades públicas, fue un periodista de gran trayectoria. Es una gran referencia en el país”, añade por su parte Wilmer Madrigal, periodista del canal televisivo 100% Noticias, obligado a convertirse en un medio digital tras la irrupción de las fuerzas de Ortega en el 2018.
Chamorro fue asesinado en enero de 1978 por la dictadura de Somoza. Esto, según Salazar, fue aprovechado por el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), pese a que el periodista no pertenecía a sus filas.
“Luego viene el periodo del 79, el triunfo del sandinismo, derrocan a Somoza y asumen los sandinistas (este fue el primer periodo de Daniel Ortega en el poder). El problema es que hubo mucha discordia y se creó la Guardia Contrarrevolucionaria, el país se sumió en una gran guerra hasta los 90. Ello sumado a la escasez y a que EE.UU. no apoyaba al gobierno por ser socialista. Luego surge esta necesidad de que se acabe la guerra, de que exista la democracia y llegan las elecciones”, reseña Salazar.
Este nuevo proceso electoral trajo consigo la imagen de Violeta Barrios, viuda de Pedro Joaquín Chamorro y madre de Cristiana. Barrios encontró la forma de unificar a la oposición bajo la bandera de la Unidad Nacional Opositora (UNO). Con esto, Barrios se convirtió en 1990 en la primera mujer en ganar la presidencia en las urnas en América.
“Violeta asumió un país quebrado por la guerra y tuvo el reto de reconstruir a una nación en decadencia”, comenta Salazar. “Veníamos de una larga escasez, de un periodo en el que la gente estaba harta de la guerra y vio en ella una figura de oposición con una política bastante proestadounidense. Al final ganó la simpatía de los nicaragüenses y tuvo un gobierno que trató de recomponer al país pero que no lo logró. Durante su gobierno se aplicó un plan de austeridad fiscal, se vendieron empresas del estado y hubo muchos recortes pero todo fue porque debían subsanar los huecos que dejaron los sandinistas, el régimen de Ortega siempre ha dicho que Violeta vendió el ferrocarril, pero lo cierto es que estaba en mal estado, iba a ser muy caro repararlo y mantenerlo”.
Pese a sus esfuerzos, Barrios no logró revertir la crisis nicaragüense y al final de su mandato el país había visto un aumento de actividades ilegales como el narcotráfico, la trata de personas y la violencia en las calles. Según la ONU, Nicaragua ocupaba el penúltimo lugar en el Índice de Desarrollo Humano de América, superando únicamente a Haití.
Lo que destacan, pese a las cifras en contra, fue la defensa de la democracia en la golpeada nación. “Fue el primer gobierno que ganó en las urnas, en democracia y dio la esperanza de que se continuara con la democracia en el país”, dice Salazar.
Tras su salida del poder, Barrios de Chamorro creó la fundación que lleva su nombre y su hija, Cristiana, fue la encargada de dirigirla hasta inicios de este año. La Fundación Violeta Barrios de Chamorro se dedicó a promover la defensa de la libertad de expresión y en los últimos años en financiar proyectos periodísticos independientes, centrados especialmente en temas de corrupción y derechos humanos.
AMENAZA PARA EL RÉGIMEN
Wilmer Madrigal fue uno de los periodistas que accedieron a las convocatorias abiertas por la fundación antes de su cierre en febrero de este año debido a, como mencionamos líneas atrás, la controversial Ley de Agentes Extranjeros. El periodista considera que el proceso contra la fundación y contra Cristiana Chamorro es fraudulento y solo busca quitar del camino a la principal amenaza al régimen de Ortega.
“Principalmente todo es una farsa. El principal donante de la fundación era USAid (la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo), al momento de que los acusan de lavado de dinero el Departamento de Estado salió a defenderlos porque los fondos que se manejaban llegaban a través de USAid. Hasta el momento no han demostrado que exista lavado de dinero en la fundación. Nosotros (en 100% Noticias) nos lanzamos a la plataforma digital porque las instalaciones fueron confiscadas y nuestros directores apresados. La fundación apoyaba al periodismo independiente haciendo trabajos de investigación y financiando equipos, capacitaciones, entre otros. No han hecho más que apoyar a la prensa independiente. Pero la prensa independiente corre un gran riesgo en Nicaragua. Trabajamos bajo fuego y riesgo”, comenta Madrigal.
Según la última encuesta de CDI-Gallup, la firma en la que más confían los opositores de Ortega destacando su imparcialidad, la precandidatura de Cristiana reúne el 21,4% de los votos entre los 10 opositores que buscan enfrentarse al actual mandatario el próximo 7 de noviembre.
La opción para inscribirse como candidato presidencial para estos comicios está abierta hasta el 28 de julio, según las leyes electorales nicaragüenses. Los ciudadanos con una sentencia judicial firme en su contra no están autorizados para postularse como candidatos. Según los dos periodistas con los que conversó El Comercio, el régimen buscaría hacer esto con Cristiana.
“Según analistas políticos en el país, es un juicio político contra Cristiana Chamorro. Ortega tiene miedo de que se repita lo que sucedió en el 90, ser derrotado por alguien de la familia Chamorro. Cristiana fue atacada desde que dijo que estaba dispuesta a servir al país y encauzarlo hacia la democracia. Ahí comenzaron los ataques tanto a la fundación como a ella y a su hermano (el también periodista Carlos Fernando Chamorro). Es una persecución política y responde al miedo de Ortega de perder. Los seguidores del dictador han declinado, muchos ya no están a favor de él. Incluso trabajadores del Estado y de la Policía solo se mantienen ahí porque no tienen otro trabajo y deben proveer a su familia. Él ya no tiene un gran margen de seguidores por todo lo que sucedió desde el 2018 (en referencia a las protestas antigubernamentales de ese año)”, dice Madrigal.
Para Salazar, la comparación entre Cristiana y Violeta es bastante acertada en lo que podríamos definir como personajes que siempre estuvieron en medio del escenario político pero no se vieron involucradas directamente con ningún gobierno hasta sus candidaturas. Pero, sobre todo destacan su capacidad para unificar a una oposición bastante heterogénea.
“(En 1990) la mayoría de la nación quería derrocar a la dictadura, como ahora que vemos a empresarios pudientes y al último comerciante juntos. Que estén enfocados en un objetivo no quiere decir que sean iguales. Yo platico con taxistas, arquitectos y comerciantes, todos me dicen que si postula Cristiana votarán por ella. Es la figura del equilibrio y Ortega teme tener ante sí una figura que se imponga frente a las diferencias que tienen los políticos tradicionales”, concluye Salazar.
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
- Facebook suspende a Donald Trump hasta el año 2023
- Cómo es el innovador reactor nuclear “Natrium” que Bill Gates y Warren Buffett construirán en EE.UU.
- Facebook y Twitter vetan publicación de hijo de Netanyahu en que instaba a protestar
- El socavón gigante empieza a tragarse una casa en México | FOTOS
- Colombia supera por primera vez la barrera de 30.000 casos diarios de coronavirus
- La mayoría de pacientes con coronavirus en Chile no quiso vacunarse