Agencia AP

El gobierno de llevó sus esfuerzos contra las poderosas pandillas callejeras del país a otro nivel al enviar a los presos a los cementerios para destruir las tumbas de los pandilleros en una época del año en que las familias suelen visitar las tumbas de sus seres queridos. .

Armados con mazos y palancas, los reclusos rompieron tumbas marcadas con “MS”, de la pandilla Mara Salvatrucha, en un suburbio de San Salvador el martes.

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El alcalde de Santa Tecla, Henry Flores, dijo que las cuadrillas destruyeron casi 80 lápidas en el cementerio municipal y borraron grafitis relacionados con pandillas. “Nuestro plan es que no haya graffiti para que la gente se sienta segura”, dijo Flores.

Una pareja camina junto a una de las tumbas de pandilleros cuya lápida fue destruida por orden del gobierno de El Salvador. (Foto AP/Salvador Meléndez).
Una pareja camina junto a una de las tumbas de pandilleros cuya lápida fue destruida por orden del gobierno de El Salvador. (Foto AP/Salvador Meléndez).

El Salvador se encuentra bajo estado de excepción desde fines de marzo. El presidente Nayib Bukele solicitó y recibió los poderes especiales, que suspenden algunos derechos constitucionales, luego de que las pandillas asesinaran a 62 personas en todo el país en un día.

Desde entonces, las autoridades han arrestado a más de 56.000 personas por presuntos vínculos con pandillas. Las organizaciones no gubernamentales han contabilizado varios miles de violaciones de derechos humanos y al menos 80 muertes bajo custodia de personas detenidas durante el estado de excepción.

Las autoridades ya habían pintado o quitado los grafitis de pandillas que solían verse en los vecindarios de El Salvador, pero destruir las tumbas de los pandilleros era un nuevo paso. Se produjo cuando algunos salvadoreños visitaron los cementerios para el Día de Muertos.

Santa Tecla se encuentra al lado de la capital San Salvador y ha sido durante mucho tiempo un bastión de la pandilla Mara Salvatrucha.

El Cementerio Nueva San Salvador, en Santa Tecla, El Salvador, el miércoles 2 de noviembre de 2022. (Foto AP/Salvador Meléndez).
El Cementerio Nueva San Salvador, en Santa Tecla, El Salvador, el miércoles 2 de noviembre de 2022. (Foto AP/Salvador Meléndez).

Debido a la pandemia de COVID-19, las reuniones en los cementerios se habían restringido hasta este año. Esta semana, más personas vinieron a visitar las tumbas mientras policías y soldados patrullaban los cementerios.

“Hay mucha felicidad de poder visitar a familiares que han muerto”, dijo Juan Escamilla, quien llevó flores a la tumba de un pariente el miércoles. “Antes era normal ver pandilleros dentro del cementerio, pero hoy no hay peligro”.

Osiris Luna, jefe de prisiones de El Salvador, dijo a través de Twitter que presos y policías habían destruido lápidas de varias pandillas en cementerios de Santa Tecla y Colón, a unos 24 kilómetros (15 millas) al oeste de la capital.

El Cementerio Nueva San Salvador, en Santa Tecla, El Salvador, el miércoles 2 de noviembre de 2022. (Foto AP/Salvador Meléndez).
El Cementerio Nueva San Salvador, en Santa Tecla, El Salvador, el miércoles 2 de noviembre de 2022. (Foto AP/Salvador Meléndez).

Luna, quien se refirió a los pandilleros como “terroristas”, dijo que no merecían “ningún reconocimiento, por eso destruimos todo rastro de estos grupos. En este país las pandillas ya no tienen cabida”.

Posteriormente, la Policía Nacional dijo en plataformas sociales que vecinos de Candelaria de la Frontera en el departamento de Santa Ana, en el occidente de El Salvador, denunciaron que una fosa en esa localidad tenía una lápida que hacía referencia a la pandilla MS-13, por lo que la policía acudió de inmediato y la destruyó.