Horas después de conceder una entrevista a un medio argentino, la noche del domingo la policía de Nicaragua llegó a la casa del general en retiro Humberto Ortega, hermano del presidente Daniel Ortega, la rodeó, incautó sus celulares y computadoras, y lo citó para una “entrevista” el lunes en la sede de la Policía Nacional. “No está detenido, ni en casa por cárcel, pero debe comunicar cualquier movimiento que vaya a realizar”, le advirtieron. ¿Qué había dicho?
El domingo, el portal Infobae publicó una entrevista a Humberto Ortega en la que afirmó que el poder “dictatorial” de su hermano de 78 años “no tiene sucesores” dentro de su familia y el sandinismo y que tras su muerte deberá haber elecciones en Nicaragua.
LEE TAMBIÉN: Cómo México llegó a la elección más violenta de su historia con récord de candidatos asesinados
“Cuando hay un poder de tipo autoritario, dictatorial como el actual, que depende muchísimo de la figura de un líder que ejerce la Presidencia, ante la ausencia de este, es muy difícil que haya una continuidad del grupo de poder inmediato. ¿Por qué razón? Porque la misma tendencia autoritaria, personalista, verticalista de mandar, ha castrado las correas de trasmisión del partido. El partido actualmente no tiene repuesto... Si falta Daniel Ortega, para mí, Humberto Ortega, no hay posibilidad de que nadie de ese grupo de poder pueda ejercer la influencia frente a un proceso”, dijo el militar retirado, a lo que el periodista nicaragüense Fabián Medina, quien está exiliado en Costa Rica, le repreguntó: ¿Ni Rosario Murillo...?
“Nadie. Nadie. No quiero mencionar a nadie en particular. Sin Daniel no hay nadie, porque, con todo y todo, Daniel es el único líder, histórico, que aún conserva los créditos de esa lucha. Sin Daniel veo muy difícil que haya unos dos o tres que se junten. Mucho menos uno en particular, y más difícil en la familia. Hijos que no han tenido el acumulado de una lucha política. Ni Somoza pudo establecer a su hijo. Con la ausencia de Daniel sería muy frágil sostener todo lo que hasta ahora ha logrado sostener con gran esfuerzo y con enormes complejidades”, respondió.
Rosario Murillo es la esposa de Daniel Ortega y actual vicepresidenta de Nicaragua. La pareja está en el poder desde el 2007.
¿Qué cree usted que pasaría en Nicaragua ante la muerte de Daniel Ortega?, interrogó el periodista.
“Ante una ausencia repentina de Daniel Ortega, habría primero un enorme desconcierto e imposibilidad, para mí, de que la parte civil del gobierno y el partido pueda asumir un poder sólido. Las instituciones sandinistas en el gobierno o el partido no tendrían, a mi modo de ver, la capacidad, para llenar ese vacío. Lo único que puede resolver ese vacío, y que no haya una anarquía y un caos en el país es el Ejército. En primer lugar, el Ejército. Coordinado con la Policía Nacional. Y buscar una salida en el corto plazo, quizás un año o menos, para convocar a un proceso electoral, ya sea el programado para el 2026…. Ese sería”, respondió.
Humberto Ortega, de 77 años, fue fundador del Ejército Popular Sandinista en 1979, al que dirigió hasta 1995. Además, fue nombrado Ministro de Defensa y jefe del Ejército en ese mismo periodo.
Bajo su liderazgo, el Ejército sandinista se transformó en una fuerza militar moderna. Además, jugó un papel crucial en las negociaciones de paz que llevaron al fin de la guerra civil nicaragüense en 1990, facilitando la transición hacia una Nicaragua más democrática, señala la agencia EFE.
Después de retirarse como ministro de Defensa y jefe del Ejército, Humberto Ortega se mantuvo relativamente alejado de la vida política activa.
Planes para asesinarlo
El diario La Prensa, informó que el comando policial que llegó a la residencia de Humberto Ortega estuvo liderado por el comisionado Vladimir Cerna, quien le explicó al general que aunque no estaba detenido, ni en casa por cárcel, debería comunicar a la policía cualquier movimiento que vaya a realizar.
El general Ortega fue citado a un encuentro en la sede de la Policía Nacional con el ministro asesor en Asuntos de Seguridad del Presidente, comisionado Horacio Rocha, de la que no se conocen detalles, de acuerdo con La Prensa.
El diario nicaragüense recordó que Rocha ha estado a cargo de los operativos represivos en contra de los funcionarios del régimen que han caído en desgracia, como el descabezamiento de la Corte Suprema de Justicia.
En la entrevista con Infobae, Humberto Ortega también denunció que sabe de planes para asesinarlo por parte de miembros del grupo que está en el poder debido a sus críticas al régimen, aunque dijo no creer que esas acciones se realicen por órdenes de su hermano.
“Me he expuesto ante gente radical que quisiera matarme. Yo jamás les he mostrado miedo, y jamás he dicho me voy de Nicaragua. Jamás he dicho que me voy a exiliar. Y si me quieren hacer eso, no lo voy a tolerar y voy a preferir morir defendiendo esos principios que darles el chance de que me humillen”, manifestó.
Anibal Toruño, director de Radio Darío y perseguido por el régimen de Daniel Ortega
-¿Qué opina sobre lo que pasó a Humberto Ortega, a quien la policía incautó sus celulares y computadoras?
Las declaraciones de Humberto Ortega fueron, en alguna medida, tal vez un mensaje para Rosario Murillo, donde le dice que en la ausencia de Daniel Ortega el que ocuparía el lugar sería el Ejército y que no habría ni en ella ni en sus hijos la capacidad para resolver la situación. Ellos (Daniel Ortega y Murillo) son socios, pero dejan al descubierto la capacidad y el poder que tiene Rosario Murillo porque no solo yo sino que otros deducen que la ejecución del allanamiento a la casa, la incautación de los celulares y computadoras y la imposición de la casa por cárcel de facto porque se tiene que estar reportando a la policía, es obra de Murillo. Y por otro lado, esto me dice mucho de la debilidad y el ocaso del comandante. Probablemente en otros tiempos él se hubiese opuesto a la medida.
- ¿No cree que directamente Daniel Ortega haya ordenado este operativo?
Él tiene conocimiento, pero la ejecución y la orden es casi seguro que vino de Rosario Murillo. Él no lo ignora. Me deja claro que el 70% del poder del país lo tiene Rosario Murillo. Así como tomó el Poder Judicial, que anteriormente estaba bajo la influencia y el control del dictador Daniel Ortega, ella ha ido avanzando poco a poco, tomando poderes. Definitivamente estamos en frente de algo que me parece una tendencia casi irreversible y la desesperanza de Daniel Ortega de no poder evitar el avance de Rosario Murillo en la captura del poder total. Básicamente, le queda pendiente el Ejército y es algo que ella ya está trabajando para controlarlo.
- ¿Qué tanto poder tiene la voz de Humberto Ortega en Nicaragua?
Humberto Ortega, dentro del Frente Sandinista, es una enorme figura. Fue el jefe del Ejército, hermano de Daniel Ortega, tiene una enorme historia, pesa mucho dentro de la vieja guardia y voy a asumir que el mismo Ejército no ve con buenos ojos lo que Rosario Murillo está haciendo, porque dentro de este círculo militar Humberto tiene sus simpatías. Es el último gran símbolo de lo que era el Frente Sandinista.
- Hay figuras del Frente Sandinista que han sido encarceladas por el régimen. ¿Le podría pasar lo mismo a Humberto Ortega?
Todo puede pasar. Si Humberto Ortega continúa expresándose puede ser que lo desnacionalicen como a otros. Lo ponen en la frontera y como él tiene una doble residencia entre Costa Rica y Nicaragua y su familia está afuera del país, me parece que el segundo paso de Rosario Murillo sería expulsarlo del país. Me queda la pregunta de si intentara meterlo a la cárcel qué haría Daniel Ortega, si metería sus manos por él, no estoy muy seguro de eso. Creo que en su declaración a quien desafió verdaderamente Humberto es a Rosario Murillo, a la dinastía, a la sucesión. Por eso catearon su casa. Y lo mandan a reportarse con Rocha, que ha sido un subalterno de Humberto Ortega en sus tiempos. Es una humillación.
Hay una gran impopularidad de Rosario Murillo alrededor del círculo histórico del Frente Sandinista, aunque hay mucho silencio. Lo que Humberto Ortega planteó es lo que muchos se preguntan, si Rosario Murillo en la ausencia de Daniel Ortega va a poder tener capacidad de cohesionar a todo este grupo de personas que de alguna manera guarda silencio, pero que no necesariamente van a sumarse a ella en la ausencia de Daniel Ortega. Es una de la últimas interrogantes que quedan a mediano plazo, porque la salud de Daniel Ortega es muy frágil, qué va a suceder en la ausencia de él, y entonces Humberto puso el dedo en la llaga y ella evidentemente reaccionó. Todos los excesos de Rosario Murillo, que es quien maneja el país, están enrumbados a que pueda ella asumir el poder en vida, es decir no necesariamente esperar a que se vaya Ortega. Y el último reducto que queda de eso se llama el Ejército. Trabaja todos los días para controlarlo. ¿Lo podrá hacer? Eso lo veremos cuando Daniel Ortega ya no esté. Pero también es una esperanza para todos los nicaragüenses porque es el único elemento que hacia el futuro del país puede representar una fractura tan grande que provoque lo que ya planteó Humberto Ortega, que es que el Ejército pueda asumir un gobierno de transición para finalmente convocar a elecciones democráticas.
-¿Con Rosario Murillo no pasa como en el caso de otras dictaduras donde el sucesor asume el poder y la gente lo acepta?
Constitucionalmente le correspondería asumir el poder a Rosario Murillo porque es la vicepresidenta, pero ella representa el enorme desafío para todo lo que es el Frente Sandinista y lo que queda de sus estructuras. Ella es impopular, mal deseada, no es querida, y definitivamente creo que la pérdida de Daniel Ortega representaría un gran peligro inclusive para los fieles del Frente Sandinista. La gran mayoría quiere quitársela de encima.
En el 2018 pidió su renuncia
Esta no es la primera vez que Humberto Ortega se refiere al régimen dictatorial de su hermano.
En julio del 2018, el general retirado invitó a Daniel Ortega a celebrar elecciones anticipadas en el 2019 y le pidió “desactivar” los grupos parapoliciales con el fin de pacificar el país.
El mensaje se conoció en el contexto de las protestas antigubernamentales que se iniciaron el 18 de abril de 2018, se prolongaron durante varios meses y dejaron cientos de muertos.
“Todos los nicaragüenses queremos la solución pacífica a la trágica crisis que sufrimos, y el presidente Daniel Ortega, al adelantar constitucionalmente las elecciones presidenciales para el año entrante, dice sí a la paz”, escribió Humberto Ortega.
Junto con sus hermanos Humberto y Camilo (que moriría en combate en 1978), Daniel Ortega formó parte de la guerrilla urbana del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Su principal acción armada fue el asalto a un banco en 1967, tras lo cual cayó preso y permaneció en la cárcel durante siete años.
Tras ser liberado en 1974 junto a otros sandinistas por un comando armado que asaltó la casa de un ministro de Anastasio Somoza, permaneció en Cuba y en Costa Rica por más de cinco años. Allí conocería a la poeta exiliada Rosario Murillo, con quien procreó seis hijos a partir de 1980 y adoptó a tres que ella ya tenía. Hoy él es presidente y ella la vicepresidenta de Nicaragua.
VIDEO RECOMENDADO
TE PUEDE INTERESAR
- De Google a OpenAI: las demandas judiciales que avivan el debate sobre el futuro de los medios
- Apariciones, visiones y fenómenos extraños: el Vaticano actualiza sus reglas en la época de Internet
- Las monjas chocolateras que le dijeron adiós al Papa: ¿Cómo terminaron renegando de sus creencias?
- Los drones submarinos presentados por EE.UU. y Australia que revolucionarán la guerra en el mar
- ¿Por qué EE.UU. entregará armas a Israel por US$1.000 millones días después de vetar el envío de bombas de 900 kilos?