Una treintena de rostros colgados en las paredes observan a Pedro X Molina. Orlando Daniel Aguirre Córdoba, baterista de quince años; César Noé Castillo Castillo, trabajador de una fábrica de puros de 42 años; Donald López, zapatero de 29 años; Daryelis Velázquez Raudes, de dos años y medio. Al frente del dibujante nicaragüense, un celular y una imagen: Daniel Ortega vestido de Superman, con la capa manchada de sangre, su primera caricatura política.