Redacción EC

Hong Kong [AFP].- Los poderes de la policía de en materia de seguridad se ampliaron considerablemente en materia de vigilancia desde el lunes, enmarcándose en la nueva y polémica ley sobre seguridad nacional aprobada a finales de junio.

Las fuerzas del orden podrán, por ejemplo, realizar registros sin orden judicial si estiman que existe una amenaza “inminente” para la seguridad nacional.

El anuncio se produce justo cuando Facebook, Google y Twitter confirmaron que no responderían a las demandas de información sobre sus usuarios procedentes del gobierno y las autoridades de Hong Kong, por respeto a la libertad de expresión.

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Esta nueva disposición, que fue publicada el lunes por la noche en un extenso documento, retira una gran parte del control judicial, que hasta ahora permitía enmarcar las prerrogativas de la policía en materia de vigilancia.

El jefe de la policía recibe por ejemplo el poder de controlar y suprimir en internet cualquier información si existen “motivos razonables” de pensar que viola la ley sobre la seguridad nacional.

La policía puede ordenar además a las empresas del sector internet y a los suministradores de servicio que retiren cualquier información de las redes y si se niegan, podrían ser objeto de multas y de condenas que pueden llegar hasta a un año de cárcel.

El jefe de la policía puede también pedir a organizaciones políticas internacionales, incluidas las taiwanesas, suministrar informaciones sobre sus actividades en Hong Kong, como sus fuentes de ingresos o sus gastos.

La nueva ley también torna ilegales algunas opiniones políticas, como el apoyo a la independencia o a una mayor autonomía del territorio.

Según los juristas, estos nuevos poderes son muy amplios y carecen de control. “Estas disposiciones son aterradoras porque dan a la policía poderes que normalmente están vigilados por el poder judicial”, estimó el abogado Anson Wong Yu-yat al diario de Hong Kong South China Morning Post.

La ley sobre la seguridad nacional impuesta el 30 de junio por China en Hong Kong es la decisión más radical tomada sobre esta excolonia británica desde su retrocesión a China en 1997.

El texto se enfoca en delitos en cuatro categorías: subversión, secesión, terrorismo y confabulación con fuerzas extranjeras.

La jefa del ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, que también goza de importantes poderes en materia de vigilancia por razones de seguridad a partir de ahora, afirmó el martes que el gobierno implementará “rigurosamente” la controvertida ley y consideró que devolverá estabilidad al territorio.

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