Chuck Blazer: El delator que tumbó a la FIFA de Blatter. (Video: El Comercio)
Redacción EC

, el hombre clave en el escándalo de corrupción que envolvió a la FIFA ha muerto. Un cáncer se llevó al hombre que usando micrófonos en su llavero, grabó en secreto a los ejecutivos de esa organización mientras hablaban de sobornos y otros negocios turbios.

Según documentos revelados por la justicia federal de Nueva York, el estadounidense admitió haber aceptado sobornos junto a otros dirigentes de la FIFA para la elección de la sede de los mundiales de Francia 1998 y Sudáfrica 2010.

Blazer, la cara del fútbol de Estados Unidos y la Concacaf entre 1991 y el 2013, confesó esos delitos al declararse culpable de corrupción en una audiencia judicial de noviembre del 2013, puntapié de la investigación que terminó con la imputación de nueve directivos de la FIFA.

“Alrededor de 1992 me puse de acuerdo con otras personas para facilitar aceptar un soborno en relación con la selección de la nación anfitriona de la Copa del Mundo de 1998”, dijo Blazer en esa audiencia. “Desde el 2004 hasta el 2011, yo y otros miembros del comité ejecutivo de la FIFA acordamos aceptar sobornos en relación con la selección de Sudáfrica como nación anfitriona de la Copa del Mundo del 2010”, declaró el ex dirigente en otro momento.

El terremoto provocado por la investigación de la justicia estadounidense con la colaboración de Blazer terminó con la renuncia del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, en el cargo desde 1998 y que había sido reelegido para un quinto mandato en Zúrich.

Secretario general de la Concacaf (Confederación de América del Norte, Centro y Caribe) desde 1990 hasta diciembre del 2011, Blazer fue entre 1997 y el 2013 miembro del comité ejecutivo de la FIFA, y entre sus responsabilidades se encontraba la de participar en el proceso de selección de los países anfitriones de la Copa del Mundo.

En su testimonio ante el juez, Blazer confesó, además, haber aceptado sobornos en relación con la transmisión y otros derechos de las Copa de Oro de la Concacaf de 1996, 1998, 2000, 2002 y 2003.

Blazer le dijo al juez que recibió quimioterapia y radiación por cáncer del recto, y que también sufría de diabetes y enfermedades del corazón.

Entregó US$1,9 millones al declararse culpable de crimen organizado, conspiración para cometer fraude en la transferencia de dinero, conspiración para lavado de activos, evasión tributaria y por no reportar cuentas de banco en el extranjero. Blazer usó sus millones para vivir cómodamente. Incluso rentaba un departamento para sus gatos en la Trump Tower de Nueva York por 6.000 dólares al mes, según el “Daily News”.

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