Los violentos enfrentamientos entre Hamas e Israel han recrudecido un conflicto territorial y nacionalista que lleva más de siete décadas. Según expertos consultados por este Diario, la nueva escalada genera un punto de no retorno en la histórica tensión palestino-israelí y cierra completamente la puerta para alternativas de pacificación, que ya de por sí eran remotas.
En total, desde 1948 –año de la creación de Israel, y tras los últimos eventos provocados por Hamás, la guerra en Palestina ha costado unas 71.366 vidas. De ellas, cerca de 60.689 eran personas palestinas o de otros territorios árabes, mientras que 10.677 han sido víctimas fatales israelíes. Esto, tras contabilizar las cifras de informes publicados por las Naciones Unidas y de reportes de instituciones gubernamentales y organizaciones civiles.
Actualmente, la guerra en esta región de Medio Oriente no solo se centra en Gaza, sino también en el sur del Líbano, donde Israel forma otro frente contra Hezbollah, agrupación libanesa que –al igual que Hamás– es antiisraelí y reconocida por la comunidad internacional como una organización terrorista.
El Comercio dialogó con tres especialistas a fin de profundizar en el contexto del conflicto. Para el internacionalista Farid Kahhat, es importante destacar el año 1967 para comprender la situación actual. Se refiere a la ocupación de Israel en los territorios palestinos de Cisjordania (conocida como West Bank), el este de Jerusalén y Gaza en medio de la llamada “Guerra de los Seis Días”, que además de muertes, produjo cerca de 500 mil palestinos desplazados de sus hogares y tierras.
"Israel sigue controlando las fronteras marítimas, terrestres y aéreas de Gaza"
“Las resoluciones de la ONU llaman desde entonces a esos tres territorios “territorios palestinos ocupados”. Israel alega que se retiró de Gaza en el 2005 y que, por ende, no es ya un territorio ocupado. Pero, como señala el subsecretario general de la ONU, Álvaro de Soto, quien controla las conexiones con el mundo de un territorio es quien controla el territorio. En este caso, Israel sigue controlando las fronteras marítimas, terrestres y aéreas de Gaza. Y, en ese sentido, es quien controla qué entra y qué sale de Gaza”, señaló el internacionalista y profesor PUCP.
Lidia Averbukh, politóloga y jefa de proyecto en la Fundación Bertelsmann, sostiene que los ataques sorpresa de Hamas en octubre último marcan el antes y el después de la sostenida confrontación entre Israel y Palestina.
“Esto [el plan terrorista de Hamas contra civiles israelíes] no tiene precedentes y, para mí, tratar de explicar un contexto sin enfatizarlo significaría minimizar su violencia. Ha sido un ataque dramático que ha causado un número atroz de civiles muertos. Me gustaría enfatizar y pedirle a otras personas que también vean este ataque como un cambio de curso en el conflicto palestino-israelí”, dijo.
¿Qué pasó desde el inicio?
Antes de la creación de Israel, el territorio de Palestina estaba bajo mandato británico y era habitado tanto por judíos como por musulmanes, quienes ya venían protestando por la partición aprobada por la Asamblea General de la ONU en 1947. En 1948, culmina el dominio de Reino Unido e Israel se independiza, demarcando cerca de la mitad de tierra asignada por el organismo internacional. Previamente, ya se había iniciado una guerra civil entre los palestinos árabes y los judíos sionistas, que estaban en desacuerdo con la división de las zonas.
La formación de Israel como Estado implicó un éxodo palestino en medio de una nueva guerra árabe-israelí, en la que también participaron Irak, Transjordania, Líbano, Egipto, Siria y otros países de la región de Medio Oriente. El conflicto benefició a Israel territorialmente, pues expandió su geografía, mientras que Jordania y Egipto ocuparon Cisjordania (West Bank) y la Franja de Gaza, hoy zonas palestinas en disputa con Israel [ver línea de tiempo arriba para el detalle de eventos históricos].
"Es muy difícil pensar en una negociación porque el diálogo no puede darse con posiciones radicales y extremistas"
“Un conflicto de tantas décadas no se puede resolver en pocos días. Es muy difícil pensar en una negociación porque el diálogo no puede darse con posiciones radicales y extremistas. Hamás es un movimiento de resistencia islámica que utiliza métodos terroristas para objetivos políticos. Por otro lado, el premierato israelí de Benjamin Netanyahu está aliado con grupos políticos ultranacionalistas y religiosos ortodoxos que también tienen posiciones muy fuertes, y que piden la anexión de Cisjordania”, comentó a este Diario la analista internacional y miembro del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI), Rina Mussali.
Cabe recordar que la propia Palestina está dividida: mientras que la Franja de Gaza es dominada por el Movimiento de Resistencia Islámica Hamás, que ganó elecciones parlamentarias en el 2006, la zona de Cisjordania (West Bank) está liderada por la Autoridad Nacional Palestina (ANP), una coalición política que encabeza el partido Al-Fatah. Esta última es reconocida por la comunidad internacional y, a diferencia de Hamás, sí reconoce a Israel como Estado.
“Israel, en los últimos años, ha tratado de dividir las fracciones políticas en Palestina. Pensó que podría beneficiarse con las pugnas entre Hamás y la ANP, Al-Fatah. Se partió de la visión equivocada de que actores divididos son menos peligrosos para Israel. El desenlace, como hemos visto, es de un Hamás mucho más fuerte y una ANP y un Al-Fatah debilitados. Pero no diría que estos bandos son tan distantes ideológicamente. Son adversarios por el liderazgo de la llamada resistencia palestina”, indicó la politóloga Lidia Averbukh.
Farid Kahhat estima que una posibilidad de negociación entre los actores políticos de Palestina y de Israel es muy lejana, y que la salida de Hamás del territorio de la Franja de Gaza podría modificar el tablero, aunque no es certero suponer cómo sería ese nuevo escenario.
“A quien el mundo reconoce como representante de los palestinos es a la Autoridad Nacional Palestina (ANP); no a Hamás. La ANP y el principal partido detrás de ella –el Al-Fatah– incluso trató de sacar por la fuerza a Hamás de Gaza y fracasó en el intento. Por otro lado, en este conflicto no hay partes en igualdad de condiciones. Hay un Estado militarmente poderoso [Israel] y un pueblo sometido a la ocupación, que no funciona como un Estado. Es un gran desbalance de fuerzas y, a diferencia de otros países que violan el derecho internacional, Israel lo hace sin consecuencias. Ni Israel ni EE.UU. ni la Unión Europea aceptan negociar con Hamás, que es un régimen autoritario. Una de las posibilidades es que sea derrotado militarmente por Israel y eso cambiaría el panorama”, dijo Kahhat.
Rina Mussali explica que la comunidad internacional puede no tener mucho poder en medio del recrudecimiento del conflicto. Sin embargo, advierte que sí debe tomar la postura que sugiera un proceso de pacificación, y a la vez proteja a la población civil de uno y otro lado.
“La comunidad internacional está metida en un tema muy grande. Primero, tenemos que ser muy enérgicos con rechazar los actos terroristas en contra de civiles, pero por otro lado tampoco queremos que una Franja de Gaza que ya está asediada desde hace 17 años por parte de un bloqueo de Israel sea castigada con la privación de alimentos y de insumos”, expresó.
TE PUEDE INTERESAR
- Vocero israelí: “Hamás es el único responsable de la seguridad de los cautivos y prisioneros de guerra”
- ¿Cómo Hamás pudo realizar el peor ataque contra Israel sin que nadie lo detectara?
- ¿De dónde son los rehenes que se llevó Hamás a Gaza y qué hará con ellos?
- Soldado peruana israelí: “No pienso en escapar al Perú sino en defender a Israel”