El de perdió contacto con el radar el 17 de julio de 2014. Hasta hace unos días no había forma de saber cómo es que esta nave había quedado fragmentada en la zona de Ucrania donde los rebeldes prorrusos y el gobierno mantienen una tensa tregua que, de cuando en cuando, se rompe con alguna escaramuza. Pero hoy se sabe, al menos, una buena parte de la verdad.

El informe que la Oficina Holandesa de Seguridad presentó ha permitido que se conozca, por ejemplo, el origen del misil. Luego de reconstruir pieza a pieza la aeronave del vuelo MH17 de Malaysia Airlines, se ha podido determinar, por la explosión, de qué tipo de proyectil se trata.

Asimismo, se ha podido indicar un área aproximada de 320 kilómetros cuadrados donde habría estado la plataforma de lanzamiento del misil BUK que impactó contra el vuelo MH17 de Malaysia Airlines, aunque el grupo investigador no se declaró competente para determinar a qué facción en conflicto corresponde este armamento. Asimismo, se informa que no hubo restricciones para el vuelo a la altura a la que estaba el avión al momento del impacto.

Otro detalle importante que se menciona en el informe es que la mayoría de víctimas no falleció por el impacto del misil. Si bien es imposible determinar en qué momento tras el impacto fallecieron los pasajeros del vuelo MH17 de Malaysia Airlines, se ha determinado que los pasajeros fueron sometidos a condiciones extremas como la descompresión y el frío, lo que pudo haber causado inconciencia o daños fatales.

Asimismo, la Oficina Holandesa de Seguridad se dio el trabajo de revisar si entre la carga se hallaba algún material peligroso que hubiera podido desencadenar una explosión o si había errores humanos que hubieran podido causar la explosión del vuelo MH17 de Malaysia Airlines.

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