A finales de abril, Clayton Lockett cumplió su condena a morir. Sin embargo, toda una polémica se generó alrededor de la aplicación de esa sentencia. Lockett murió, luego de sufrir por 43 minutos debido a una falla en la inyección que le aplicaron, un hecho criticado por la ONU y la Casa Blanca.
Desde entonces, nadie más había sido ejecutado en Estados Unidos, hasta ayer. Las autoridades de Georgia llevaron a cabo la ejecución de Marcus Wellons (59) mediante la aplicación de una inyección letal. según BBC.
El segundo, a las 00:10 del miércoles (hora local), en Missouri murió John Winfield (46) según informó el Departamento de Seguridad Pública del Estado, mediante un comunicado. En ambos casos la inyección que se les suministró tenía solo un tipo de fármacos para evitar que suceda lo mismo que en el caso Lockett, reportaron varios medios locales.
Finalmente, en Florida, John Henry (63) fue ejecutado promediando las 7:30 p.m. (hora local). Henry casi salva de morir, pues su caso -programado inicialmente para las 6:00 p.m.- aun se mantenía estancado en el Tribunal Supremo. El juzgado finalmente autorizó la ejecución como castigo tras haber sido encontrado culpable de asesinar a sus dos esposas y al hijo que tuvo con la segunda de ellas, de solo cinco años.
En lo que va del año en Estados Unidos se han ejecutado a 23 personas y otras 18 lo serán en lo que resta del mismo. Además, cientos de personas esperan en el conocido corredor de la muerte el día en el que la justicia determine que dejarán de existir.