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Zachary Koehn, un hombre de 29 años, fue sentenciado a cadena perpetua en Iowa (Estados Unidos) por el asesinato en primer grado de su hijo Sterling, según informa el diario DesMoinesRegister.
Según las investigaciones, Sterling Koehn, de menos de 4 meses de nacido, murió en agosto de 2017 en una habitación, con las ventanas cubiertas y la puerta cerrada, en la que estuvo al menos nueve días sin atención de sus padres.
Los forenses explicaron que las heces del pañal de Sterling permitieron que la bacteria E. coli ingresara en su torrente sanguíneo y causara una infección. Además, la alta temperatura de la habitación atrajo moscas, las cuales depositaron huevos que se convirtieron en gusanos mientras Sterling aun estaba vivo.
La Fiscal General Adjunta de Iowa, Denise Timmins declaró que Zachary "estaba al tanto de lo que estaba pasando y decidió no hacer nada" pues mientras el recién nacido estaba en la habitación, Koehn y la madre del niño, Cheyanne Harris, continuaron cuidando a su hija de dos años en el mismo apartamento.
La defensa de Koehn argumentó que las acciones de este no equivalían a un asesinato, sin embargo, la fiscal Timmins dijo lo contrario.
La madre del niño, Cheyanne Harris, afrontará un juicio por el mismo caso en enero de 2019. Por otro lado, la hija de dos años que tiene la pareja ha sido llevada a un hogar provisional.
