Washington. El presidente de EE.UU., Barack Obama, denunció hoy que personas "inocentes" murieron en el tiroteo contra una iglesia metodista de la comunidad negra de Charleston porque, de nuevo, "alguien que quería hacer daño no tuvo problemas en conseguir un arma"
"Debemos admitir el hecho de que este tipo de violencia no se observa en otros países desarrollados", dijo Obama, llamando nuevamente a una mayor regulación en la venta de armas de fuego en Estados Unidos. "El hecho de que esto tenga lugar en una iglesia negra genera evidentemente interrogantes sobre una página sombría de nuestra historia", precisó.
Obama dijo en la Casa Blanca en Washington que él y su esposa Michelle conocían a algunos miembros de la comunidad negra de Charleston y también al pastor asesinado en el tiroteo.
"Es especialmente desgarrador cuando la muerte ocurre en un lugar donde buscamos consuelo, donde buscamos paz", afirmó el presidente.
El hecho de que el baño de sangre se produjera en una iglesia frecuentada por negros plantea interrogantes sobre "la parte oscura de nuestra historia", declaró Obama.
Aunque dijo desconocer los motivos de la matanza, Obama advirtió de que, en términos generales, el odio entre razas y creencias es un peligro para la democracia.
El presidente norteamericano lamentó que tales masacres ocurran con mucho más frecuencia en Estados Unidos que en otros países civilizados. "He tenido que hacer tales declaraciones con demasiada frecuencia", lamentó.
Una vez más, subrayó Obama, se da el caso de que el supuesto asesino lo ha tenido demasiado fácil para conseguir un arma de fuego. "Está en nuestras manos hacer algo contra eso", agregó.
Fuente: AFP / DPA