Chris Watts, conocido como el monstruo de Denver por asesinar a su esposa y hijas, pasa sus días en prisión fuertemente resguardado, despreciado por otros reos, leyendo la Biblia y escribiendo correspondencia.
Así lo revela una fuente de la Dodge Correctional Institution, la prisión de máxima seguridad de Wisconsin, Estados Unidos, donde Watts se encuentra recluido tras ser condenado a cadena perpetua en noviembre 2018.
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“Nadie quiere tener nada que ver con él. (...) Está en el nivel social más bajo de toda la prisión. Está bajo custodia protectora porque si está cerca de otros reclusos, correría un peligro real. Es un paria, incluso entre los delincuentes”, aseguró la fuente -con quien Watts suele conversar- a la revista People.
Según la fuente, Watts -que hoy cumple 36 años- puede pasar días sin hablar con nadie y es incluso evitado por los guardias.
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“Es probablemente el hombre más odiado en esa prisión porque mató a niños. Hay un orden jerárquico definido en la cárcel, y alguien que hiere o mata a los niños está en el fondo”, agregó.
“Escribirá a sus amigos por correspondencia esta temporada y también le enviarán notas. (...) Es literalmente todo lo que puede hacer en este momento”, aseguró la fuente
Un caso que estremeció a Estados Unidos
En noviembre de 2018, luego de ser condenado, Chris Watts relató por primera vez a las autoridades su macabro crimen.
Como se recuerda, el asesinato en los suburbios de Denver comenzó con la denuncia de desaparición de Shanann Watts y sus hijas, y las con súplicas televisadas de Chris Watts pidiendo que regresaran a salvo en agosto de 2018.
A los pocos días Watts fue arrestado por la policía y luego se declaró culpable a cambio de que los fiscales no buscaran la pena de muerte. Sin embargo, no proporcionó en ese entonces un relato completo sobre los asesinatos o su motivo.
Las autoridades que consiguieron la declaración de Watts le dijeron que “su vida y su situación eran únicas y queríamos entender completamente lo que sucedió”, según se lee un resumen escrito de la entrevista. Una grabación de audio indica que Watts, de 33 años, no dudó en hablar.
Watts reconoció que él era el único responsable de los asesinatos, puesto que había mentido con anterioridad al decir que mató a su esposa después de que ella estrangulara a sus hijas, Bella de 4 años y Celeste de 3 años.
Detalló que estranguló a Shanann, de 34 años, en su cama el 13 de agosto después de que él le dijera que su matrimonio había terminado y que ella respondiera que nunca volvería a ver a sus hijas. Él dijo a la autoridades que su esposa sospechaba correctamente que estaba teniendo una aventura, pero que él no se lo contó.
Después de estrangular a Shanann, Watts dijo que su hija Bella entró en su habitación agarrada a una manta y le preguntó qué le pasaba a su madre. Watts le dijo que ella no se sentía bien.
Su hija continuó mirando mientras Watts envolvía el cuerpo en una sábana y comenzó a llorar cuando lo lanzó por las escaleras de su casa, informó.
Watts dijo que puso su cuerpo en el piso del asiento trasero de su camioneta. Cuando entró, Celeste también estaba despierta.
El asesino relató que puso a las chicas en el asiento trasero de la camioneta, donde ocasionalmente se echaban una siesta. Cada niño tenía una manta y Celeste también traía un peluche.
Watts afirmó que no tenía ningún plan para sus hijas, pero condujo hasta su lugar de trabajo, a unas 40 millas al este de su casa en la localidad de Frederick. El trabajaba allí como operario para un productor de petróleo y gas.
Le dijo a la policía que sacó el cuerpo de Shanann de la camioneta cuando las niñas le preguntaron: “¿Qué le estás haciendo a mamá?”
Dijo que regresó a la camioneta y usó las mantas de sus hijas para asfixiarlas. Primero a Celeste y luego a Bella.
Sus últimas palabras fueron: “¡Papá, no!”, le dijo a la policía, agregando que Bella luchó debajo de la manta.
Watts insistió en que no planeaba matar a su esposa ni a sus hijos. “Si hubiera pensado, esto no habría sucedido”, dijo.
Watts dijo a los investigadores que se declaró culpable para evitar un juicio prolongado ante la familia y que no se sintió presionado por sus abogados para llegar a un acuerdo con los fiscales.
Watts también ha informado a las autoridades que tiene fotos de su esposa e hijas en su celda y les habla “todas las mañanas y todas las noches”.
Con información de People y AP
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