Las pizzas, las hamburguesas y las papas fritas volverán a servirse en los comedores de los colegios de Estados Unidos por orden del presidente estadounidense, Donald Trump, que acabó con los estándares nutricionales que impulsó la exprimera dama Michelle Obama.
Trump, además, tomó esa decisión en el cumpleaños de Michelle, que durante sus ocho años en la Casa Blanca tomó varias medidas para acabar con el problema de la obesidad infantil.
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Las nuevas reglas permitirán a las escuelas reducir la cantidad de verduras y frutas que debe incluir el menú escolar y les facilitará ofrecer más pizzas, hamburguesas y papas fritas. Además, los colegios podrán disminuir la variedad de los alimentos frescos que se da a los estudiantes.
La normativa fue dada a conocer por una agencia del Departamento de Agricultura, cuya responsabilidad es diseñar las comidas que alimentan a casi 30 millones de estudiantes en 99.000 escuelas.
“Las escuelas y los distritos escolares continúan diciéndonos que todavía hay demasiados desperdicios de alimentos y que se necesita una mayor flexibilidad para proporcionar a los estudiantes comidas nutritivas y apetitosas. Les hemos escuchado y nos hemos puesto a trabajar”, dijo el secretario de Agricultura, Sony Perdue, en un comunicado.
Las nuevas reglas fueron rechazadas por grupos preocupados por la nutrición de los niños como la ‘Asociación para una América más saludable’, que preside Michelle Obama de forma honorífica.
En un comunicado, su directora, Nancy E. Roman, afirmó que la normativa es "un paso en la dirección equivocada” y consideró que, “poniendo la política a un lado, la ciencia ha demostrado que debe incrementarse el consumo de frutas y vegetales” por su efecto favorable en la salud, especialmente para los menores.
Entretanto, otros grupos, como el Consejo Nacional de la Papa, celebraron la nueva normativa. El Consejo Nacional de la Papa, un grupo de presión para potenciar el consumo de ese alimento, aseguró en Twitter que ese producto contiene las cantidades de proteínas, fibras y carbohidratos que "los niños en edad escolar necesitan para éxito en sus escuelas".
Desde que llegó a la Casa Blanca en enero de 2017, Trump ha relajado los estándares sobre nutrición de las escuelas. Por ejemplo, en 2019, el Departamento de Agricultura suavizó unas reglas que obligan a los colegios a tener disponible leche deslactosada para aquellos alumnos que la solicitaran.
Hay que recordar que colaboradores de Trump han reconocido que en la dieta del mandatario abundan las pizzas, las hamburguesas y los refrescos azucarados.
En EE. UU., más de un tercio de los adultos y aproximadamente el 18 por ciento de las personas entre 2 y 19 años son obesos, según los últimos datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).
Fuente: El Tiempo de Colombia/ GDA