Nueva York. La decisión de un gran jurado de Nueva York de no procesar a un policía por el estrangulamiento mortal de un detenido revela lo difícil que es acusar a un agente de las fuerzas del orden en Estados Unidos, por más que ese método vaya contra las políticas del departamento de policía y haya quedado registrado en video.
Aunque la decisión judicial de anteayer tomó a algunos norteamericanos por sorpresa, el procesamiento de policías por uso excesivo de la fuerza son extremadamente raros, por razones políticas, culturales y legales. Los tribunales norteamericanos siempre han dictaminado que los policías deben tener amplias facultades para usar la fuerza física para defenderse o para reducir a los sospechosos.
"Lo que más le impacta a la gente de esta decisión del gran jurado es que la evidencia registrado en video sea tan clara, pero las más de las veces los miembros del gran jurado les dan a los policías el beneficio de la duda", dijo Vincent Warren, director ejecutivo del Centro de Derechos Constitucionales. "Los policías no son considerados ciudadanos, sino superciudadanos."
No se sabe en detalle por qué el gran jurado de Staten Island decidió no procesar a Daniel Pantaleo, el oficial blanco cuyo proceder fue señalado por los forenses como la causa primaria de la muerte de Eric Garner, un afronorteamericano desarmado, en julio de este año.
Los grandes jurados suelen tener un funcionamiento secreto. Ni siquiera se filtraron los cargos que el gran jurado de este caso consideraba presentar contra Pantaleo, aunque abogados no vinculados al caso dijeron que la acusación podría haber sido, por lo menos, de homicidio.
Es inusual que los potenciales acusados testifiquen durante las audiencias ante el gran jurado, pero los fiscales tienen la facultad de decidir discrecionalmente a qué testigos llamar, y pueden elegir sentar en el banquillo a un oficial de policía acusado de algún exceso.
La decisión de no procesar penalmente a Pantaleo llega como un eco de una decisión similar del mes pasado de un gran jurado de St. Louis, Missouri, que se negó a procesar al policía Darren Wilson por acribillar a Michael Brown. En ambos casos, los policías eran blancos, y los muertos eran afronorteamericanos desarmados, hecho que desató una ola de protestas a nivel nacional.
Pantaleo, ahora suspendido, dijo a través de una comunicado que nunca tuvo intención de lastimar a nadie, y que estaba muy apenado por la muerte de Garner.
Pantaleo y otros oficiales derribaron a Garner, de 43 años y padre de seis hijos, en la calle, el 17 de julio, y Pantaleo le aplicó una llave al cuello. A diferencia de la muerte de Brown, algunas personas registraron el hecho con sus cámaras. Garner murió poco después. El forense de la ciudad dictaminó que se trató de un homicidio, lo que significa que la muerte fue causada por otra persona. Pero el homicidio no implica intención, lo cual constituye un elemento legal crucial.
Condenar a alguien por cargos muy graves, como el asesinato, por lo general exige demostrar que hubo intención de matar. Los cargos menos serios sólo suelen requerir que se prueba negligencia criminal o conducta imprudente.
MANUAL
El manual de procedimientos del Departamento de Policía de Nueva York prohíbe las llaves al cuello por su peligrosidad, pero aunque el departamento llegue a la conclusión de que Pantaleo violó los procedimientos, eso no implica que su conducta haya sido criminal.
Pantaleo tal vez sea encontrado legalmente culpable de otras maneras. El Departamento de Justicia de Estados Unidos dijo que investigará si los derechos civiles de Garner fueron violados, y la familia de Garner podría demandar civilmente al departamento de policía por homicidio culposo o por violación de los derechos civiles. La policía todavía no ha dicho si aplicará sanciones disciplinarias a Pantaleo.
La Suprema Corte de Estados Unidos dejó sentado el estándar para el uso excesivo de la fuerza policial con un fallo de 1989, en una demanda civil sobre un hombre diabético que dijo haber resultado herido cuando lo detuvieron en la banquina de una ruta.
La Corte dictaminó que la fuerza aplicada debe ser razonable de acuerdo a las circunstancias, como cuando el sospechoso se resiste al arresto, pero también dijo que esa razonabilidad debe ser juzgada desde el punto de vista de un agente de policía en la escena del hecho, y no desde afuera.
La labor de un gran jurado es determinar si existe causa probable de que alguien haya cometido un crimen, pero Bennett Gershman, ex fiscal de la oficina del fiscal de distrito de Manhattan, dijo que según su experiencia, es el fiscal el que marca la orientación del gran jurado, al decidir cuáles son las pruebas que presentará.
Gershman agregó que los fiscales se sienten presionados a no antagonizar con los policías o sus sindicatos, porque trabajan día a día con los oficiales y porque en Estados Unidos, los fiscales son elegidos por voto popular.
REFORMA POLICIAL EN NUEVA YORK
- En medio de la erupción de otro caso de violencia policial que volvió a disparar la tensión racial, el progresista alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció ayer una vasta reforma de la policía neoyorquina a partir de una revolución en la formación de los agentes.
- "De ahora en más, las cosas se harán de manera distinta", indicó el alcalde, tras la conmoción que desató la liberación del policía blanco que mató a un hombre de raza negra desarmado, después de someterlo con una maniobra de estrangulamiento.
- Los actuales policías también deberán actualizarse sobre la base de nuevas líneas directrices y nuevos procedimientos, "para cuidar a la gente y escuchar al pueblo", dijo De Blasio.
Fuente: La Nación, Argentina (GDA)/ Reuters