El reo cubano Juan Carlos Chávez, condenado por el asesinato del pequeño Jimmy Ryce, fue ejecutado anoche en una cárcel estatal de Florida, después de una demora de casi dos horas a la espera de un fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos.
A Chávez, de 43 años, le suministraron la inyección letal pasadas las 7 de la noche en la prisión de Starke, en el norte de Florida
Autoridades de la prisión estatal de Florida pronunciaron la muerte del reo a las 8:17 de la noche. Momentos antes, su única visita fue la de un consejero espiritual.
Entre los testigos de la ejecución de Chávez, unos 35 en total, estuvieron el padre del niño asesinado, el abogado Don Ryce, y el hermano de éste, Ted.
Los abogados de Chávez habían presentado el pasado 6 de febrero una apelación que buscaba posponer la pena de muerte del cubano, al argumentar que la nueva composición de la inyección mortal viola la Constitución al considerarla un "castigo cruel e inusual". Sin embargo, la Corte Suprema no aceptó la apelación.
El reo cubano se convirtió así en el cuarto reo en el estado ejecutado con clorhidrato de Midazolam, un fármaco que ha sido polémico desde su aprobación en setiembre pasado como parte de la inyección letal en Florida.
Crimen horrendo
Chávez, que llegó a Miami en 1991, fue condenado por el secuestro, violación y asesinato de Ryce, de entonces 9 años, ocurrido en 1995 en una zona rural del condado de Miami.
El caso de la muerte de Jimmy Ryce conmocionó al país. En setiembre de ese año, el estudiante bajó del autobús escolar y, poco antes de llegar a su casa, fue interceptado por Chávez, quien le apuntó con un arma y le ordenó subir a su camioneta.
Tras mantenerlo secuestrado durante varias horas en su tráiler, en donde lo violó, Chávez lo asesinó cuando éste intentó escapar. Luego lo descuartizó.
Chávez fue arrestado tres meses después, cuando se encontró la mochila de Ryce escondida en su tráiler.
Tras la tragedia, la familia Ryce se dedicó a impulsar una ley contra los depredadores sexuales, la cual fue aprobada en 1998 y permite al estado detener de forma indefinida a abusadores violentos hasta que puedan probar que se han rehabilitado.
Florida ha ejecutado a 82 presos desde que se restableció la pena capital en el estado en 1976, según datos del Departamento de Prisiones.