Pittsburgh, AP
Nadie tuvo razones para preguntar por qué un investigador médico de la Universidad de Pittsburgh compró un cuarto de kilo de cianuro con la tarjeta de crédito emitida por la escuela, hasta que su esposa, una neuróloga, de pronto enfermó y falleció días después.
Ahora el doctor Robert Ferrante, un importante investigador de la enfermedad de Lou Gehrig, irá a juicio por la muerte de su esposa en abril del 2013. Según las autoridades, Amber Klein, de 41 años, fue envenenada con una bebida energética que contenía cianuro.
A través de sus abogados, Ferrante asegura que no tuvo nada qué ver con la muerte de la esposa y además sigue "devastado" por eso. Pero detectives también han dicho que alguien usó la computadora de Ferrante días antes de la muerte de Klein para saber si los tratamientos que ella recibió después de enfermar podrían eliminar el veneno de su cuerpo.
El juicio por homicidio comenzará el martes con la selección del jurado en Pittsburgh y se prevé una batalla de expertos médicos.
"Si la defensa no tiene evidencia médica creíble para contradecir las pruebas de la fiscalía, están en muy mala posición", dijo el profesor de leyes John Burkoff, quien ha estado siguiendo el caso.
Ferrante, de 65 años, era un importante investigador de la esclerosis lateral amiotrófica cuando su esposa Amber, quien era jefa de neurología femenina en el Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh, enfermó el 17 de abril del 2013 y falleció tres días después. Ferrante pidió que su cadáver fuera cremado.
El médico fue acusado tres meses después, luego de que muestras de sangre de Klein de cuando estuvo el hospital arrojaran cianuro, el mismo veneno que luego la policía supo que Ferrante había comprado dos días antes de que ella enfermara, a pesar de que los detectives concluyeran que la toxina no estaba relacionada con su investigación.
"Lo que más curiosidad me da es lo que dirá el experto de la defensa sobre la evidencia del cianuro", dijo Burkoff. "Si uno encuentra una cantidad sustancial de cianuro en el sistema de la mujer y que él tuvo acceso al cianuro, bueno, eso es bastante".
La defensa ya contrató al ex forense del condado Allegheny, Pensilvania, Cyril Wecht, un patólogo de 83 años que en otras ocasiones ha sido consultado en casos famosos que incluyen las muertes de la reina de belleza infantil JonBenet Ramsey y Elvis Presley, entre otros.
También se conocerán sórdidos detalles. Por ejemplo, que Klein posiblemente quería embarazarse de Ferrante cuando murió. Los detectives creen, además, que el doctor sospechaba que su esposa tenía un amorío con alguien a quien ella dijo que Ferrante era controlador y no la apoyaba a ella ni a su hija, que tenía 6 años cuando murió Klein.