Un hombre que pasó más de 12 años en el corredor de la muerte en Texas fue declarado inocente este martes, en otro caso que se suma a las 153 exculpaciones en condiciones similares en cuatro décadas en Estados Unidos, según el Centro de Información sobre la Pena Capital (DPIC).
"Entré aquí como un hombre inocente y vuelvo a salir como un hombre inocente, estoy seguro que hay muchos más como yo", dijo Alfred Dewayne Brown, liberado de una cárcel de Houston.
El fiscal del condado de Harris, Devon Anderson, anunció haber abandonado todos los cargos contra el acusado y renunciado a un nuevo juicio ordenado el año pasado por una corte de Texas.
Esta decisión se tomó tras la revelación de que la acusación escondió a la defensa que la coartada de Brown lo desvinculaba del crimen.
Este hombre, de 33 años ahora, fue condenado a muerte en el 2005 por el asesinato de dos personas, entre ellas un policía, durante un ataque contra una pequeña sucursal bancaria en abril del 2003.
Desde el principio Brown clamó su inocencia pero no tenía cómo probarla, pues estaba solo en el departamento de su novia en el momento en que se cometió el crimen.
Sin embargo, la acusación tenía información -que no brindó a los abogados- sobre una llamada telefónica que el acusado realizó justo después de oir hablar del tiroteo en la televisión. Esto hubiera probado que el acusado no podía haber visto los hechos en televisión y al mismo tiempo haber estado en la escena del crimen.
Por otro lado, la novia del acusado testificó en ese momento contra Brown, supuestamente bajo la amenaza de un policía, antes de revertir su testimonio.
"Este caso es un nuevo ejemplo perturbador de los comportamientos típicos de la policía y de la acusación que se reproducen muy a menudo en los casos de pena de muerte", dijo Robert Dunham, director del DPIC.
Alfred Dewayne Brown se convirtió en la persona número 154 que fue condenada a muerte y luego declarada inocente desde el restablecimiento de la pena capital en Estados Unidos, en 1973, según el DPIC.