Phoenix. Tina Hines sufrió un paro cardiaco durante 27 minutos. Cuando se encontraba en un hospital de Arizona (Estados Unidos), reaccionó tras una serie de labores médicas e inmediatamente pidió un papel y un lápiz para escribir un enigmático mensaje: "Es real".
La mencionada anotación sorprendió a los familiares que se encontraban con Tina Hines en el hospital. Ellos esperaban un milagro que la traiga de vuelta. No se imaginaban que despertaría para escribir algo tan misterioso.
► Esposados a la camilla: migrantes reciben trato de delincuentes en hospitales de EE.UU.
► Mujer de 74 años da innumerables vueltas en desastroso rescate en helicóptero | VIDEO
Según el relato de los familiares al medio local AZfamily.com, Tina Hines abrió los ojos y sin poder hablar, hizo un gesto para pedir algo con qué escribir. Pero ¿qué fue lo que vio antes de compartir su mensaje?
Un día de caminata
Su esposo, Brian Hines, dijo que el paro cardiaco ocurrió un día de febrero de 2018, cuando se disponían a salir a caminar en una ruta cercana de Phoenix.
Cuando Tina Hines cayó por el paro, su esposo llamó al 911 para pedir una ambulancia, pero antes le hizo masajes de reanimación. La revivió dos veces.
Los médicos detallaron que el corazón de Tina Hines estuvo detenido por 27 minutos. Ante esta situación, utilizaron un desfibrilador para poder revivirla. La atención fue complicada, pero fueron insistentes. Finalmente, despertó.
Lo que vio
Tina Hines nunca antes había presentado problemas cardiacos. Esta situación marcó sin duda alguna su vida, sobre todo por lo que ella considera que vio mientras su corazón estaba detenido.
"Era muy real, los colores eran muy vibrantes", dijo a AZfamily.com .
Además, dijo que vio a Jesús junto a unas puertas negras. Toda esa imagen tenía un resplandor amarillo, según relató a la web.
A las pocas semanas tras ser dada de alta, Tina y su esposo Brian fueron a agradecer a los paraméditos, bomberos, a la operadora del 911 y a todos aquellos que intervinieron aquel día para salvar su vida.
La web cuenta que en este acto de agradecimiento, Tina y su esposo lloraron mientras abrazaban a todos aquellos que, de alguna manera u otra, permitieron también que escriba ese mensaje.