Las Vegas. [AFP]. Los precandidatos demócratas se preparaban este viernes para el voto en Nevada, un estado con una importante población latina, donde el senador Bernie Sanders, que llega como favorito, podría acumular una importante ventaja para ganar la nominación y enfrentar al presidente Donald Trump en las elecciones de noviembre.
Las asambleas ciudadanas (“caucus”) comenzarán el sábado al mediodía y serán organizadas en los característicos casinos y las zonas semidesérticas de este estado del oeste de Estados Unidos, donde Sanders busca consolidar una ventaja antes de la votación del “Súper Martes” del 3 de marzo, en el que votan simultáneamente 14 estados.
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El voto en Nevada entre los demócratas se desarrolla bajo presión para evitar que se produzca un caos similar al que dominó los comicios en Iowa el 3 de febrero, donde una aplicación utilizada para transmitir los resultados colapsó y generó confusión sobre el resultado.
El presidente Trump se burló este viernes del proceso de las primarias demócratas.
“Escuché que sus ordenadores están igual de estropeados que en Iowa”, dijo durante un acto celebrado en Las Vegas.
Sanders contra Bloomberg
En los sondeos previos a las primarias, Sanders encabeza las preferencias entre los demócratas, con 30% de la intención de voto, con una amplia ventaja sobre su más cercano contendiente, el exvicepresidente Joe Biden, que tiene 16%.
Para muchos precandidatos este es un momento clave de la contienda y varios de ellos enfrentan severos problemas de presupuesto de cara a la próxima votación del 29 de febrero en Carolina del Sur, lo que amenaza la continuidad de sus campañas.
No es para nada el caso del exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg, que superó en lo que va de campaña la totalidad de lo gastado por el expresidente Barack Obama en su esfuerzo para lograr la reelección en 2012.
Según la firma Advertising Analytics, Bloomberg ha destinado 364 millones de su fortuna personal a avisos publicitarios.
El magnate eligió un camino poco habitual para intentar acceder a la nominación demócrata, saltándose las primeras cuatro votaciones para concentrarse en el “Súper Martes”.
Muchos de sus rivales se han mostrado indignados por su nivel de gasto.
“Somos una democracia. Una persona, un voto. No un tipo con una fortuna de 60,000 millones comprando una elección”, dijo Sanders a la cadena CBS.
El senador por Vermont, que se define como “socialista democrático”, asestó otros golpes a Bloomberg, asegurando estar sorprendido por el mal desempeño del millonario en el debate del miércoles.
Ese día, Bloomberg recibió ataques de varios de sus rivales por comentarios sexistas y acuerdos de confidencialidad firmados por sus empresas con varias mujeres y por sus políticas de seguridad cuando era alcalde de Nueva York, que transparentaron una marcada discriminación contra latinos y afrodescendientes.
La mayor parte de esas críticas quedaron sin respuesta.
Con un mensaje progresista a favor de una reforma de salud y un plan para luchar contra el cambio climático, Sanders está en las antípodas de Bloomberg, liderando la recaudación de campaña en base a pequeñas donaciones de particulares.
Evitar un fiasco
Sus críticas a Bloomberg durante el debate también le sirvieron a la senadora Elizabeth Warren para recuperar aire tras los muy magros resultados que cosechó en Iowa y New Hampshire.
La precandidata aseguró haber recibido 5 millones de dólares en donaciones desde el miércoles.
“Voy a luchar con los dientes para construir un país que funcione para todos”, dijo.
Otro aspirante que enfrenta con incertidumbre esta asamblea es Joe Biden, quien pese a comenzar la carrera como favorito languidece actualmente tras quedar cuarto en Iowa y quinto en New Hampshire.
El exvicepresidente aspira a lograr mejores resultados en Nevada y Carolina del Sur, estados con fuerte peso de las comunidades negra y latina, que le son en principio más favorables que la blanca, predominante en Iowa y New Hampshire.
Biden consiguió una importante cimiento antes de la votación con el apoyo del grupo Latino Victory, que destacó que el país necesita un líder experimentado.
El presidente del Partido Demócrata de Nevada, William McCurdy, aseguró estar haciendo todo lo posible para evitar una repetición de lo sucedido en Iowa.