Los candidatos a las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Kamala Harris y Donald Trump, llegan a los comicios del martes 5 de noviembre empatados en las encuestas y la incertidumbre se dilucidará en siete estados en disputa en los que estarán todas las miradas este martes. La demócrata Harris aventaja en voto popular con un 48 % a Trump, que tiene un 46,9 %, según el agregador de encuestas Five Thirty Eight, lo que pone a la demócrata 1,1 puntos por encima del republicano. De esta forma se mantiene la tendencia del último mes, con un ligero descenso del apoyo a la vicepresidenta y el expresidente consiguiendo aumentar un pequeñísimo margen su base.
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Esta cifra representa el voto popular, aunque en Estados Unidos la elección presidencial se decide de manera indirecta a través del Colegio Electoral, que cuenta con 538 compromisarios.
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Este sistema permite que un candidato pueda ganar la Presidencia incluso perdiendo el voto popular.
Cada uno de los 50 estados de Estados Unidos reparte un número concreto de delegados. Si bien la mayoría de los estados tienen una tendencia clara de voto, hay siete considerados “bisagra” que podrían decantarse por cualquiera de los candidatos: Georgia, Carolina del Norte, Wisconsin, Míchigan, Pensilvania, Nevada y Arizona.
Es en estos estados donde las campañas han concentrado su inversión publicitaria y donde los candidatos están dedicando la mayor parte de su tiempo, lo cual se ha reflejado en sus agendas esta última semana.
Este lunes, Harris pasará el día en Pensilvania, el estado que mañana más necesita ganar, con mítines en Scranton, Allentown y Pittsburgh y luego se trasladará a Filadelfia, donde le acompañarán artistas como Lady Gaga, Kate Perry o Ricky Martin.
Mientras Trump recorrerá Carolina del Norte, con un mitin en Raleigh, Pensilvania con paradas den Reading y Pittsburgh, y acabará en Gran Rapids, en Míchigan.
La mirada en los estados clave
Según las encuestas agregadas de los últimos días, la demócrata supera al republicano solo en los estados de Wisconsin (que envían 10 compromisarios al Colegio Electoral) y Míchigan (15 compromisarios) por apenas una décima en ambos: 48,3 % de Harris frente a 47,3 % en Wisconsin, y 48 % frente a 47 % de Trump en Míchigan.
Mientras que el expresidente republicano lleva la ventaja en Carolina del Norte (que envía 16 compromisarios), Georgia (otros 16 compromisarios) y Arizona (11 compromisarios) también con una distancia muy corta de entre uno y dos puntos.
Así, los sondeos le dan a Trump 48,3 % frente al 47,3 % de Harris en Carolina del Norte; 48,4 % frente al 47,2 % en Georgia; y 48,9 % frente al 46,6 % en Arizona, el estado con más margen de victoria para el expresidente.
Pensilvania, el estado con más compromisarios (19), y Nevada (6 compromisarios) son las dos incógnitas mayores, pues ambos candidatos están empatados con menos de medio punto de margen.
Sin embargo, mientras hace unos meses la ventaja en estos dos territorios la tenía Harris, ahora la balanza parece decantarse, dentro de los márgenes de error, por Trump, que se lleva el 47,9 % frente al 47,8 % en Pensilvania y el 47,8 % frente al 47,4 % en Nevada. El margen, sin embargo, básicamente les deja empatados.
Los cinco temas cruciales de la campaña presidencial
Todo parece oponer a los dos candidatos para la elección presidencial del 5 de noviembre, desde los impuestos hasta el aborto. ¿Pero, qué está en juego en términos políticos en esta campaña descrita como histórica?
Economía
Después de tres años de una fuerte inflación, el poder de compra es un tema de preocupación para muchos estadounidenses.
Donald Trump, que en su gestión redujo los impuestos a los más ricos y a las empresas, prometió elevar los aranceles a más del 10% en todas las importaciones, lo que, según él, le permitirá financiar una amplia reducción de impuestos.
El candidato republicano también se comprometió a hacer de Estados Unidos “la capital mundial del bitcoin y las criptomonedas”.
De su lado, la demócrata Kamala Harris se presentó como la candidata de la clase media y quiere crear una “economía de posibilidades”. Aunque ha asumido algunos de los compromisos de Joe Biden sobre los impuestos a las grandes fortunas, también los ha moderado.
Harris promete desgravaciones fiscales por el nacimiento de un hijo, ayudas para dar acceso a la vivienda e incentivos a la creación de empresas.
Inmigración
Para Trump es prioritaria la situación en la frontera con México. Y también es un tema sensible en la campaña, cuando se ha registrado un pico de ingresos ilegales durante la administración de Biden.
El republicano, que en su campaña de 2016 prometió construir un muro a lo largo de la frontera, ha ido más lejos esta vez, al plantear la mayor operación de expulsión de migrantes ilegales de la historia de Estados Unidos.
Su retórica xenófoba y deshumanizante sobre los migrantes se repite en sus discursos. Ha usado términos como “invasión”, “hordas” y “el envenenamiento de la sangre estadounidense”.
A la defensiva sobre el asunto, Harris ofrece aplicar una política dura. Considera que las personas que ingresan al país de forma ilegal tienen que enfrentar “consecuencias”.
También respaldó un proyecto de Biden de invertir en barreras físicas en las fronteras.
Aborto
El derecho al aborto podría motivar a más estadounidenses tradicionalmente menos politizados a acudir a las urnas, en particular a las mujeres, lo que podría favorecer a los demócratas, porque en paralelo a las presidenciales se celebrarán referendos sobre el tema en diez estados.
Es la primera elección presidencial desde que la Corte Suprema, en la que Trump nombró nuevos jueces, revirtió en junio de 2022 la protección federal al aborto, al revocar la sentencia “Roe contra Wade”, que desde 1973 garantizaba el derecho al aborto a las estadounidenses.
Harris hizo de este un tema fundamental en su campaña y responsabiliza a su rival de la situación actual, que describe como “horrible y desgarradora”.
La demócrata quiere una ley federal que reanude las disposiciones de la sentencia “Roe contra Wade”.
Trump vacila sobre el tema. El expresidente defiende haber dejado el asunto en manos de los estados gracias a la decisión de la Corte Suprema, pero considera que algunos “fueron demasiado lejos”.
Según el candidato, su administración será “excelente para las mujeres, pero ha dejado entender que podría usar su poder como presidente para limitar el acceso a los medicamentos para abortar.
Relaciones internacionales
Con una campaña desarrollada en un contexto de guerras en Oriente Medio y en Ucrania, la postura de ambos candidatos está bajo el escrutinio de ciertos grupos de votantes.
El republicano, que cree que Estados Unidos nunca fue tan poco respetado en el mundo, asegura que resolverá estos conflicto sin demora, pero nunca explica cómo.
Trump también ha criticado el enorme financiamiento de Washington a Kiev desde 2022.
A la inversa, Harris prometió que se mantendrá “firmemente del lado de Ucrania” y que no será “amiga de dictadores”, contrariamente a su rival.
Aunque ambos expresan su apoyo al “derecho a la defensa” de Israel, la vicepresidenta intentó equilibrar su discurso insistiendo en el sufrimiento de los palestinos.
Clima
Estados Unidos es el segundo mayor emisor de gases efecto invernadero en el mundo después de China, pero el tema casi no ha sido abordado por los candidatos, que tienen visiones completamente opuestas.
Trump es un escéptico del cambio climático y quiere eliminar las subvenciones a las energías renovables y los autos eléctricos, que, en su opinión, perjudican a las empresas.
También ha prometido “perforar a toda costa” y prevé salir de nuevo del Acuerdo de París.
Harris, en cambio, esta comprometida a “continuar y desarrollar el liderazgo internacional de Estados Unidos sobre el clima” y ha respaldado gran parte del plan de transición energética de Biden.
Como senadora por el estado de California apoyó el “Nuevo Pacto Verde”, una resolución que busca reducir drásticamente las emisiones de gases efecto invernadero.