Georgia otra vez se ha convertido en el dolor de cabeza del Partido Republicano, y de Donald Trump. El estado sureño podría darle el espaldarazo que necesita el presidente Joe Biden para sentir que, efectivamente, los demócratas consiguieron más de lo que esperaban en las elecciones legislativas del pasado 8 de noviembre en Estados Unidos.
La esperada ‘ola roja’ no ocurrió y aunque los republicanos han ganado la Cámara de Representantes, han obtenido una mayoría más ajustada de lo que proyectaban las encuestas.
En el Senado, la pelea se ha vuelto mucho más reñida. Y la clave, por ahora, la tienen tres estados: Georgia, Arizona y Nevada.
El Partido Republicano tiene 49 escaños asegurados, mientras que los demócratas 48. Sin embargo, el escenario puede cambiar cuando se conozcan los resultados oficiales en tres estados clave -Georgia, Arizona y Nevada- por lo que la incertidumbre de qué partido controlará el Senado se puede prolongar hasta diciembre.
“Son estados en los que ha crecido mucho la población hispana en las últimas dos décadas y ha hecho que la composición demográfica sea particularmente diferente a lo que había antes del 2000″, comenta desde México la internacionalista Arlene Ramírez Uresti, académica de la Universidad Iberoamericana y articulista de la revista “Forbes”.
“Todos pensaban que se daría un triunfo muy claro de los republicanos. Las encuestas mostraban una diferencia bastante importante. Había varios elementos que hacían pensar en un victoria clara, como la impopularidad de Biden y la elevada inflación”, explica Francisco Belaunde Matossian.
Si los demócratas continúan controlando el Senado, Biden tendría dos años de gestión menos complicados, pero no necesariamente más manejables.
“Es innegable que para los republicanos no se dieron los resultados que esperaban, pero estas elecciones tampoco reflejan un gran triunfo para los demócratas, aunque así lo quieran vender”, agrega Ramírez.
“Al presidente Biden se le va a complicar mucho su segundo tramo del gobierno y va a tener poco margen de maniobra para poder operar lo que necesita en sus dos últimos años”, explica la experta.
Una opinión similar tiene Richard Perry, analista de mercados de Infinox: “El impacto de los resultados probablemente signifique que Joe Biden tendrá unos próximos dos años difíciles de su presidencia. Perder el control de la Cámara de Representantes dificultará la promulgación de leyes. Será difícil que se proporcionen ayudas fiscales adicionales a los estadounidenses”, dice a El Comercio.
No obstante, para Belaunde Matossian, los resultados sí ayudarán a los demócratas en esta etapa: “Es uno de los mejores resultados obtenidos por los demócratas en elecciones de medio término durante el mandato de un presidente demócrata”.
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1. Georgia
En las elecciones del 2020, Georgia fue doblemente decisiva. Primero, le dio a Biden la llave de la victoria frente a Trump pues la diferencia de votos fue de apenas 12 mil, lo que alimentó la ira del entonces presidente que no cesó de denunciar fraude y de exigir un recuento de votos, el cual le volvió a dar el triunfo al demócrata.
Y en las legislativas de ese año, fue Georgia quien le dio el control a los demócratas del Senado tras los triunfos de Raphael Warnock y Jon Ossoff sobre los dos candidatos republicanos, en una angustiante segunda vuelta.
Esta vez, todas las miradas están puestas en este estado -que siempre fue conservador, pero que en los últimos años pasó a ser un ‘swing state’- para saber quién finalmente controla el Senado. Esta cámara es clave para la aprobación de leyes, la confirmación de los nombramientos del gabinete y de los jueces de la Corte Suprema, que por ahora tiene mayoría conservadora.
El reverendo Warnock -que va por la reelección y se convirtió en el 2020 en el primer senador afroamericano de Georgia- pelea voto a voto con el republicano Herschel Walker, exastro del fútbol americano y candidato apoyado por Trump. El demócrata ha sumado el 49,4% de los votos mientras que su oponente 48,5%. Con ello, Georgia se va a una segunda vuelta el próximo 6 de diciembre.
“Si se observa la división del voto, está muy claro que la importante participación de los votantes más jóvenes ayudó a evitar una ola roja. También fue clave el voto anticipado (los votantes más jóvenes son más propensos a votar temprano). Los votantes más jóvenes están muy movilizados debido a la preocupación que ha generado el tema del aborto. Los candidatos demócratas se posicionan significativamente en el lado de ‘pro choice’ y esto ha demostrado ser vital en estas elecciones”, explica Perry.
2. Arizona
Con el 82% de votos escrutados, según “The New York Times”, el demócrata Mark Kelly podría mantener su asiento en el Senado pues ha conseguido el 52% de los votos, frente el republicano Blake Masters con 46%. Sin embargo, aún la carrera no está definida en este ‘estado bisagra’, y que siempre es considerado un gran premio tanto para republicanos como demócratas.
De hecho, Arizona fue una gran victoria para Biden en las presidenciales porque se convirtió en el segundo demócrata, después de Bill Clinton, en ganar en ese estado.
Kelly es un exastronauta que está casado con Gabrielle Giffords, ex miembro de la Cámara de Representantes que fue baleada en un atentado. Por ello, se convirtió en un entusiasta activista por el control de armas en el país.
El republicano Masters es un empresario trumpista que sigue señalando que hubo fraude en las elecciones presidenciales del 2020.
“Los candidatos apoyados por Donald Trump han tenido resultados mixtos, lo que pone en duda la popularidad de la marca política de Trump para el electorado”, agrega Perry.
3. Nevada
En Nevada, cada voto también será decisivo. Con el 90% de los sufragios computados, el conservador Adam Laxalt tiene el 49% de los votos frente al 48% de la actual senadora Catherine Cortez Masto, quien busca la reelección.
Laxalt fue fiscal general del estado y ayudó a Trump en sus esfuerzos de anular los resultados presidenciales en Nevada en el 2020.
Los candidatos republicanos suelen tener mejore resultados en los condados rurales del estado. Como señala CNN, las elecciones estatales suelen ganarse o perderse en Las Vegas, de tendencia demócrata, y en las comunidades circundantes del condado de Clark.
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