Agencia EFE

Más de 130 candidatos que negaron o cuestionaron los resultados de las elecciones presidenciales del 2020 fueron elegidos este martes para ocupar un escaño en el Congreso de o un puesto en gobiernos locales.

Florida y Texas están entre los estados que más políticos negacionistas eligieron en estos comicios, de acuerdo con un análisis del diario The Washington Post.

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Los reelegidos gobernadores de estos dos estados, Ron DeSantis y Greg Abbott, también han abrazado las ideas de un falso fraude electoral.

Abbott apoyó una demanda, presentada por el fiscal general de Texas, Ken Paxton, que buscó anular los resultados de los comicios de 2020 en cuatro estados del país.

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DeSantis ha llevado a cabo una campaña en su estado contra los “crímenes electorales” en su estado, de cara a las elecciones, que llevó al arresto de 20 personas por presuntamente votar de manera ilegal en estos comicios.

Alabama, Idaho y Dakota del Sur también eligieron a políticos negacionistas como gobernadores este martes.

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Está también Kay Ivey, reelegida para un segundo mandato en la gobernación de Alabama, llegó a decir en un anuncio de campaña que las “compañías tecnológicas y los liberales de los estados demócratas robaron las elecciones a Trump” y prometió que en su estado “eso no sucederá”.

Los tres gobernadores forman parte de unos 300 candidatos republicanos repartidos por todo el país que apoyaron la teoría, impulsada por el expresidente Donald Trump, de que las elecciones de 2020 fueron fraudulentas o que cuestionaron los resultados de aquellos comicios, según datos del centro de pensamiento Brookings.

Entre los senadores republicanos que abrazan este tipo de ideas y que salieron victoriosos de sus contiendas el martes están JD Vance, quien ganó una apretada carrera en Ohio y Ted Budd, de Carolina Del Norte, que entran por primera vez a la Cámara alta.

Vance, un gestor de un fondo de inversión, saltó a la fama en 2016 con la publicación del libro “Hillbilly: una elegía rural”, en el que retrata la desesperación de una familia de raza blanca acechada por las adicciones, la falta de empleo y la decadencia económica, y que está considerado como el mejor retrato hasta ahora del votante de Trump en las zonas rurales del país.

El nuevo senador por Ohio siempre ha sostenido que las elecciones de 2020 fueron robadas, que hubo un gran número de personas que votaron de manera “ilegal”, y apoyó en su momento la posición del senador de Missouri Josh Hawley de negarse a certificar los votos del colegio electoral el seis de enero.

Por su parte, Budd, quien viene de ocupar un escaño en la Cámara de Representantes, acusó a los demócratas de poner en riesgo la “integridad de las elecciones” e introdujo en el Congreso un proyecto de ley para combatir el fraude electoral.

Además de congresistas, hay candidatos a puestos que tienen peso en los procesos electorales del estado como Fiscal General, gobernador o Secretario de Estado.

Florida, Ohio, Carolina del Sur y Alabama eligieron este martes a candidatos que han apoyado las teorías falsas de fraude en los comicios.

En Florida, por ejemplo, la fiscal general Ashley Mood, que ha sido reelegida para un segundo mandato, ha liderado junto al gobernador DeSantis la campaña por arrestar a personas acusadas de “votar de manera ilegal”.