El 10 de septiembre Trump y Harris sostuvieron un debate televisado. La mayoría de opiniones dieron a la demócrata como vencedora del encuentro; sin embargo, esto no se ha reflejado en los sondeos de intención de voto.
El 10 de septiembre Trump y Harris sostuvieron un debate televisado. La mayoría de opiniones dieron a la demócrata como vencedora del encuentro; sin embargo, esto no se ha reflejado en los sondeos de intención de voto.
/ SAUL LOEB
Renzo Giner Vásquez

Un cambio de candidato a solo tres meses y medio de la elección, un intento de magnicidio y un atentado frustrado. La actual campaña por la presidencia de tiene tanto de drama televisivo como de contienda política y, por supuesto, esto ha provocado diferentes efectos en los sondeos de intención de voto en el país norteamericano.

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Es una campaña atípica, vertiginosa, en la que se han vividos eventos poco comunes en la vida política estadounidense en muy pocas semanas. Es un proceso electoral muy particular, es difícil medir cuánto han impactado estos episodios en la intención de voto pero al ser una elección tan cerrada cualquier pequeño evento tiene relevancia porque podría llevar a un resultado diferente el 5 de noviembre”, comenta a El Comercio la experta mexicana en política internacional Brenda Estefan.

El primer momento clave dentro de este último tramo de la campaña se produjo el 21 de julio, cuando el presidente Joe Biden renunció a su campaña por la reelección luego de que el republicano Donald Trump lo pasara por encima en un debate televisado a fines de junio.

El 21 de julio, el presidente Joe Biden renunció a su candidatura por la reelección, una situación inédita a tan solo tres meses y medio de los comicios. La vicepresidenta Harris lo reemplazó y revirtió la tendencia desfavorable en los sondeos.
El 21 de julio, el presidente Joe Biden renunció a su candidatura por la reelección, una situación inédita a tan solo tres meses y medio de los comicios. La vicepresidenta Harris lo reemplazó y revirtió la tendencia desfavorable en los sondeos.
/ ANDREW CABALLERO-REYNOLDS

El lugar de Biden lo ocupó su actual vicepresidenta, la exfiscal general de California Kamala Harris, cuya nominación se confirmó en agosto durante la Convención Nacional Demócrata.

Desde su entrada en escena, Harris consiguió revertir la ventaja republicana que se acentuaba cada día más a favor de Trump e inclinar los sondeos a su favor.

El siguiente gráfico muestra la evolución en la intención de voto durante el cambio de candidatura demócrata, .

En este otro gráfico, , podemos apreciar que la diferencia a favor de Harris fluctuó entre un 0,2% y un 1,9% entre el 24 de julio y el día de su nominación.

El 10 de setiembre Harris y Trump se vieron las caras en el primer debate entre ambos postulantes. Una encuesta realizada por la firma SSRS para CNN señaló que el 63% de votantes registrados consideró que la demócrata había ganado el debate frente a un 37% que apoyaba al republicano.

La encuestadora Trafalgar, por su parte, realizó un sondeo entre 2.200 potenciales votantes de los seis estados claves para esta elección y reveló que el 55,3% de los consultados consideraba a Harris ganadora del debate, frente al 42,5% obtenido por Trump.

Un resultado similar obtuvo un focus group realizado por The Washington Post, donde 23 de 25 participantes consideraron que la demócrata tuvo un desempeño claramente superior al de su rival.

Sin embargo, esta clara victoria en el encuentro no ha hecho una diferencia grande en las encuestas, tal como podremos observar en los siguientes balances elaborados por The New York Times, fivethirtyeight y The Economist.

El último domingo 15 se registró un nuevo intento de ataque contra Donald Trump mientras el líder republicano se encontraba jugando un partido golf en un campo al sur de Florida.

El 15 de septiembre se frustró un presunto intento de asesinato contra Donald Trump mientras el expresidente jugaba golf en un campo al sur de Florida.
El 15 de septiembre se frustró un presunto intento de asesinato contra Donald Trump mientras el expresidente jugaba golf en un campo al sur de Florida.
/ TIMOTHY A. CLARY

El analista político Octavio Pescador señaló a El Comercio que este incidente le habría permitido “a Trump deshacerse del lastre que arrastraba luego del debate”.

Los dos intentos de magnicidio hasta cierto punto benefician a la retórica de victimización de Trump, pero lo que hacen sobre todo es resaltar la violencia política que se está viviendo en Estados Unidos. Una encuesta de mayo reveló que el 68% de los estadounidenses consideraba que, independientemente del resultado de las elecciones, habrá violencia postelectoral. Eso es realmente preocupante”, comenta por su parte Estefan.

La inquietud expresada por la experta adopta especial dimensión si consideramos que la actual elección podría ser la más reñida de los últimos años en Estados Unidos. Según la propia Estefan, si bien los demócratas parecen haberse asegurado la mayoría del voto popular, esto no implicaría hacerse con la victoria electoral.

En todas las elecciones recientes los demócratas han ganado el campo popular. No me queda duda de que Harris ganará el voto popular. El problema es que en el sistema electoral estadounidense eso no significa que llegue a la Casa Blanca, en lo que hay que poner mucha atención es en los estados bisagra”, explica.

, Harris aventajaría a Trump en cuatro estados clave, el republicano haría lo propio en Arizona y en el resto se encontrarían empatados con diferencias menores a un punto porcentual.

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