Washington. La investigación federal del caso Ferguson no ha encontrado pruebas para imputar al agente que mató el año pasado al joven negro Michael Brown, adelantaron fuentes oficiales a "The New York Times".
La decisión final sobre la imputación del agente Darren Wilson tendrá que tomarla en las próximas semanas el secretario de Justicia, Eric Holder, antes de que abandone su cargo y sea reemplazado por Loretta Lynch.
El pasado 24 de noviembre, la decisión de un gran jurado de no imputar al agente llevó a las calles a miles de personas en todo el país y Ferguson revivió los disturbios raciales que siguieron a la muerte de Brown el 9 de agosto.
Ante la controversia del caso, el Departamento de Justicia inició una investigación independiente para determinar si hubo una violación de derechos civiles.
Según las fuentes del diario, los investigadores federales no han hallado pruebas que justifiquen imputar a Wilson y por tanto recomendarán que no haya cargos contra él.
Las versiones de los testigos y del agente sobre lo ocurrido en la noche del 9 de agosto son contradictorias: algunos testimonios sostienen que el chico tenía las manos en alto cuando el policía lo disparó hasta matarlo, mientras que otros aseguran que el joven forcejeó con Wilson para quitarle el arma.
Desde la muerte de Michael Brown, la protesta racial se extendió desde la pequeña localidad de Ferguson (Misuri) a más de 170 ciudades de todo el país, con especial intensidad en Nueva York, Washington DC, y Los Ángeles.
Igual que en el caso de Brown, tampoco hubo cargos contra el policía involucrado en la muerte del también afroamericano Eric Garner, que falleció en julio tras ser inmovilizado con una llave ilegal.
Estos dos casos desencadenaron las mayores movilizaciones y forzaron al Gobierno a situar la discriminación racial por parte de la policía entre las prioridades de la agenda.
[Agencia EFE]