Donald Trump sustrajo 300 documentos de la Casa Blanca: ¿Cómo afecta a sus aspiraciones la investigación del FBI?

Por eso fue que, entre el lunes 8 y martes 9 de este mes, el FBI allanó la casa del exmandatario. Un grupo de agentes ingresaron a Mar-a-Lago y dieron con más archivos sensibles. No era la primera vez que las fuerzas del orden daban con ellos. En enero le quitaron 150, cifra que “disparó las alarmas del Departamento de Justicia y Fiscalía General”, y encontraron más en junio; y la última concluyó con 20 cajas de “textos y fotos que incluían 11 juegos de documentos confidenciales”.

Algunos de ellos eran “ultrasecretos”.

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Molestos, los aliados de Trump han pedido a un juez de Florida que detenga la investigación. También solicitaron a “un tercero como perito para determinar si los archivos incautados están cubiertos por el privilegio ejecutivo”, prueba de que no confían en el sistema judicial.

Pero es claro que la fiscalía no va a detenerse ahora que investiga al líder republicano por la “posible violación de la Ley de Espionaje”.

“Y eso es como traición a la patria”, dice Hernán Molina, analista político argentino que vive en EE.UU.

Para él, estos líos judiciales le traerán muchos dolores de cabeza al Partido Republicano, sobre todo políticamente. “En las encuestas sobre las elecciones de medio término se ve que las personas están muy sensibles y preocupadas por el riesgo de la democracia”.

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“De hecho, escuchar a Mitch McConnell decir que existen posibilidades de que los republicanos no tomen el control del Senado es, digamos, la admisión de que la ‘marea roja’ de la que se hablaba no va a pasar”.

Molina hace referencia a las palabras del republicano líder de la minoría del Senado de Estados Unidos. McConnell “minimizó las posibilidades de su partido” y señaló como una de las razones a la “calidad de los candidatos”, muchos de ellos apoyados por Trump.

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¿Dónde quedó la marea roja?

El analista sostiene que el golpe contra los republicanos fue duro. Ahí están la investigación del comité del 6 de enero (el asalto al Capitolio), las declaraciones de Donald Trump y de los candidatos a los que apoya, y la misma investigación del FBI y la información que se está ventilando.

“Cada vez escuchas a más miembros del partido pidiéndole a Trump que no anuncie su candidatura a la presidencia sino hasta después de las intermedias. Ellos saben que el miedo y el rechazo que genera puede hacer que algunos desistan de votar a su favor”.

“Además, la situación en Estados Unidos está mejorando, incluso la percepción de la gestión del presidente Joe Biden. Eso en contraposición al cansancio de tanta teatralidad, de tanta actuación rimbombante y los escándalos de Trump”.

La diferencia, dice Molina, la volverán a hacer los electores independientes, “los mismos que le dieron la elección a Biden”.

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Mientras tanto, el argumento con el que Trump y los suyos se defienden termina por ser el mismo que esgrimen otros políticos populistas en otras latitudes. Ellos dicen ser víctimas de la persecución judicial.

“Para defenderse de las denuncias, atacan a la justicia y a los medios. Lo hizo Maduro, Correa y otros más, independientemente de sus rasgos políticos”.

“En el caso de Trump, hay varios millones de personas que votaron por él y le siguen creyendo. Y como se victimiza y la gente valida la demonización de la justicia y al FBI, hay un caldo de cultivo muy peligrosa para la democracia. Pero, al mismo tiempo, parece que hay votantes que ven todo esto con malos ojos”.