(Foto: AP)
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Redacción EC

El ecuatoriano Pablo Villavicencio, detenido en junio pasado cuando entregaba una pizza en una base militar, salió en libertad tras 53 días en un centro de detención de inmigración de . El repartidor agradeció el apoyo de los que se sumaron a su defensa y tildó de intolerantes las políticas del Gobierno de Donald Trump.

Pablo Villavicencio de 35 años, fue liberado tras la decisión del juez Paul Crotty que ordenó su inmediata libertad y señaló que su deportación ya no es razonablemente previsible.

Al salir en libertad y a bordo de un auto negro en el que se encontraba su familia, el ecuatoriano habló unos minutos con los medios de comunicación.

"Gracias. Gracias por todos", dijo mientras se acercaba a las lágrimas. "Gracias por creer en mí. Gracias a Dios estoy con mi familia", agregó Villavicencio quien reveló que en un momento pensó que no volvería a verla.

También dedicó unas palabras a los inmigrantes que atraviesan una situación similar: "Que luchen. Que dejemos pasar la intolerancia y la falta de respeto"

"Adoro este país porque me dio a mi familia, me dio a mis hijas pero no comparto la intolerancia del Gobierno actual", agregó el hombre de 35 años.

Villavicencio está casado con una estadounidense de origen colombiano con la que tiene dos hijas.

El juez Cotty, que ordenó la liberación del ecuatoriano indocumentado, dijo en defensa de Villavicencio que su comportamiento en Estados Unidos fue el de un ciudadano ejemplar.

"Aunque permaneció en Estados Unidos de una forma ilegal y está sujeto a una orden final de deportación ha sido un ciudadano ejemplar", acreditó.

El magistrado señaló además que el inmigrante puede permanecer en este país mientras ejerce su derecho a completar el proceso para obtener un estatus legal. Villavicencio solicitó el pasado febrero la residencia permanente por estar casado con una ciudadana. 

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