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Estados Unidos evitó este martes “prejuzgar” el próximo Gobierno de Benjamín Netanyahu, ganador de los comicios israelíes, que se prevé que encabece el Ejecutivo más derechista de la historia de Israel.
“No lo vamos a prejuzgar. Sacaremos nuestras propias conclusiones en función de cómo gobierne el nuevo Ejecutivo”, dijo en una rueda de prensa el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.
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El portavoz fue cuestionado por las palabras del secretario de Estado, Antony Blinken, quien el domingo reiteró su apoyo a Israel, pero también advirtió que Estados Unidos se opondrá a las políticas israelíes que marginen a los palestinos.
“No juzgamos a los líderes sobre cómo hacen campaña electoral sino sobre cómo gobiernan y este Gobierno no se ha formado todavía”, recalcó Price al respecto.
El portavoz de Exteriores afirmó que la relación entre Estados Unidos e Israel es “sólida como una roca” y que se basa en valores compartidos como “la democracia, la libertad, los derechos humanos, el Estado de derecho y la igualdad”.
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El funcionario parafraseó las palabras del mismo Netanyahu, quien dijo que quiere gobernar para “todos los residentes de Israel”, y añadió que deben respetarse los derechos “de todos los habitantes de Israel, Cisjordania y Gaza”.
Se espera que el ex primer ministro -quién ya gobernó Israel por un total de 15 años- vuelva al poder próximamente, tras haberse asegurado una mayoría de 64 escaños en un Parlamento de 120 con su bloque ultraderechista y religioso en las elecciones del 1 de noviembre.
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Se prevé que este sea el Ejecutivo más derechista de la historia de Israel, ya que incluirá a polémicos líderes como el supremacista y antiárabe Itamar Ben Gvir, y el ultraderechista Bezalel Smotrich, con quienes Netanyahu ya ha alcanzado acuerdos de coalición.
