Un grupo de grandes bancos estadounidenses inyectó este jueves US$30.000 millones al banco First Republic, una pequeña entidad financiera regional que se consideraba estaba en riesgo de quiebra.
La medida se ejecutó en un momento en el que las autoridades estadounidenses intentan calmar las preocupaciones sobre la salud del sistema bancario del país, tras el colapso de dos bancos.
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La preocupación por el sector financiero se ha esparcido globalmente, despertando temores sobre una posible crisis.
Las autoridades estadounidenses celebraron la decisión de los grandes bancos, cuyos responsables dijeron que esta era un reflejo de su "confianza".
Afirmaron que el sistema bancario tiene mucho efectivo y ha generado grandes beneficios.
"Los eventos recientes no han hecho nada para cambiar esto", aseguraron.
Las noticias sobre el plan de ayuda ejecutado por 11 bancos, encabezados por JP Morgan y Citigroup, animó los mercados financieros e impulsó las acciones del First Republic, que en algún momento subieron más de 20%, lo que provocó que se suspendiera su cotización.
Las acciones de ese banco habían perdido casi 70% durante la última semana.
"Esta muestra de apoyo por parte de un grupo de grandes bancos es muy bienvenida y demuestra la resiliencia del sistema bancario", dijeron las autoridades financieras.
Los principales mercados bursátiles en Europa también subieron luego de que el Banco Nacional de Suiza anunciara que otorgará US$54.000 millones en fondos de emergencia a Credit Suisse, un gigante financiero que parece estar en una situación vulnerable.
Sus acciones recuperaron más del 15% este jueves, luego de sufrir grandes caídas el miércoles.
“Riesgo de contagio”
Las dificultades en el sector bancario de Estados Unidos surgieron la semana pasada cuando colapsó el Silicon Valley Bank (SVB, por sus siglas en inglés), causando la mayor quiebra de una entidad financiera estadounidense desde 2008.
Dos días más tarde, se produjo la quiebra del Signature Bank de Nueva York.
Las autoridades estadounidenses intervinieron para garantizar los depósitos de los clientes más allá de los límites establecidos con la intención de enviar un fuerte mensaje que evitara posibles corridas en algún otro banco.
En una comparecencia ante el Comité de Finanzas del Senado en Washington, la secretaria del Tesoro de EE.UU., Janet Yellen, dijo que los ahorristas deben tener confianza en el sistema, aunque reconoció la gravedad de lo ocurrido.
“Sentimos que había un riesgo grave de contagio que podría haber provocado corridas en muchos bancos”, dijo y agregó que desde su punto de vista “el sistema bancario en general está sano y salvo”.