Milagros Asto Sánchez

La peruana Lorella Praeli lleva desde la adolescencia trabajando por los inmigrantes en Estados Unidos, país al que llegó a los 10 años para recibir tratamiento médico tras sufrir un accidente automovilístico. “Como activista, el gobierno de Donald Trump fue difícil porque se trató de una presidencia con una retórica no solo antiinmigrante, sino simplemente racista”, dice a El Comercio la presidenta de la organización Community Change.