Este jueves 29 por la noche, más de un mes después de haber tomado las riendas del Partido Demócrata de cara a las elecciones presidenciales, Kamala Harris brindará su primera gran entrevista como candidata.
MIRA: Kamala Harris y Tim Walz ofrecerán su primera entrevista juntos este jueves en CNN
La entrevista que Harris y su compañero de fórmula, el gobernador de Minnesota Tim Walz, ofrecerán a la cadena CNN a las 8 p.m. (hora peruana) llega luego de una intensa presión para que hable con algún importante medio de comunicación estadounidense.
Hasta ahora, la también vicepresidenta de Estados Unidos se había limitado a brindar breves comentarios a periodistas y apostó mas bien por las redes sociales, encuentros con ‘influencers’ y una comunicación directa con sus bases durante sus visitas a diferentes estados.
Se espera que tanto en la conversación que sostendrá con la periodista Dana Bash como durante las 10 semanas que restan de campaña, la migración hacia Estados Unidos sea uno de los temas más importantes sobre la mesa.
“Sin duda es un tema sensible, desde los estados fronterizos hasta aquellos que no lo son. Sin embargo, no será el único factor a considerar por los electores”, comenta a El Comercio la politóloga María Puerta Riera, profesora de Ciencias Políticas en el Valencia College, de Orlando (Florida).
- Asunto muy espinoso -
A lo largo del gobierno de Joe Biden la migración irregular ha sido uno de los desafíos más grandes, llegando a tener que lidiar su administración con algunas de las olas de cruces fronterizos más grandes de la historia del país.
Por ello, en marzo del 2021, cuando designó a la vicepresidenta Harris para buscar soluciones a los principales problemas que generaba la migración masiva desde Centroamérica, parecía que la exfiscal de California estaba siendo enviada a una misión sin salida.
Desde el primer momento, el equipo de Harris buscó dejar en claro que no estaba a cargo de gestionar la frontera sur e intentó demostrar que la apuesta iba más por pensar en soluciones a largo plazo, mientras el Departamento de Seguridad Nacional seguía con su trabajo fronterizo.
La designación de Harris, luego de cuatro años en los que Donald Trump mantuvo una dura retórica contra los migrantes e impulsó controvertidas medidas, llenó de esperanza a esta población. Sin embargo, pocos meses bastaron para que dichas esperanzas se desvanecieran.
En junio de ese año, durante su visita a Guatemala, pidió a los aspirantes a migrar que “no vengan” a Estados Unidos, desatando así un sentimiento de rechazo que no pudo ser aplacado ni siquiera con posteriores medidas que cosecharon cierto éxito, como la Alianza para Centroamérica, la cual actúa como un enlace entre las empresas de la región y el gobierno estadounidense, buscando desarrollar el empleo en la zona y atacando uno de los principales motivos migratorios.
Meses más tarde, una nueva ola de migración, esta vez proveniente de Sudamérica, comenzó a hundir los esfuerzos del gobierno.
- Influencia en el voto -
Un estudio realizado por Gallup a fines de abril de este año reveló que para el 27% de la población estadounidense la migración es el problema más grave que enfrenta el país. Por ello, tanto las políticas migratorias como el control fronterizo aparecen como temas principales en la actual campaña presidencial.
Los republicanos han aprovechado la estrategia emprendida durante la Administración Biden para convertir a la migración en una de sus principales armas contra Harris. Trump no ha dudado en calificar a la vicepresidenta como la “zar de la migración” y acusarla de ser la responsable de “la invasión más grande de la historia” a través “de nuestra frontera sur”.
“El Partido Republicano ha venido usando la crisis migratoria para satisfacer a su base electoral, atacando al Partido Demócrata”, señala Puerta. “Sin embargo, en esta oportunidad Harris tiene a su favor no solo los resultados de las medidas migratorias de la Administración Biden, que han logrado reducir los niveles de cruces ilegales en la frontera en los últimos meses, sino que además el presidente tuvo que implementar dichas medidas debido al bloqueo del expresidente Trump a la ley de inmigración que se había negociado con el Partido Republicano en el Senado”.
Esto, además, ha ido acompañado con un giro en las propuestas que presentan los demócratas para hacer frente a la migración. A diferencia de las dos campañas anteriores, incluida la participación de Harris durante las primarias del 2020, ahora apuestan más por impulsar leyes más severas en la frontera y otorgar mayor poder al jefe de Estado en la administración de la misma.
Si bien Harris no ha entrado de lleno al tema durante sus presentaciones, sí se ha referido a aumentar la seguridad en la frontera, establecer “una vía ganada a la ciudadanía”, enfocar los esfuerzos en perseguir al crimen organizado que opera en los límites del país y una “reforma integral” de la que aún no ha brindado mayores detalles.
“La vicepresidenta se ha comprometido a ir publicando sus propuestas, pero a su vez, ha recordado su experiencia como fiscal” de California, especialmente en cuanto al combate del crimen organizado se refiere, apunta Puerta.
Además, la analista afirma que los demócratas cuentan con ventaja frente “a un Partido Republicano que siempre ha argumentado que es un partido débil frente al crimen. En este caso, ese mensaje no tiene mucho respaldo práctico, como narrativa. Harris es la nueva candidata, pues no solo Biden era el ‘incumbent’ (quien ha ocupado el cargo) sino Trump también y ella sacará provecho de eso para presentar ideas nuevas o con un contexto distinto”.
- ¿Cuánta capacidad para movilizar votantes tiene el tema migratorio en Estados Unidos? ¿Resulta decisivo para los independientes y en los estados clave, por ejemplo?
Esto depende del estado. Por ejemplo, en Michigan, que tiene 15 votos electorales, la inmigración es el segundo tema más importante para los votantes independientes, después de la economía; mientras que en Pensilvania, que tiene 20 votos electorales y parece ser el estado decisivo para las elecciones, ocupa el tercer lugar, después de la economía y la protección de la democracia.
Si nos centramos solo en Pensilvania, lo podemos dividir en tres regiones distintas: el oeste, donde Pittsburgh comparte similitudes industriales con Detroit o Michigan; el centro, caracterizado por su paisaje rural; y el este, donde Filadelfia, una gran ciudad del noreste situada entre Nueva York y Washington, D.C., alberga a la mayoría de la población del estado. En el este de Pensilvania, la importancia histórica de Filadelfia subraya el enfoque de la región en la protección de la democracia. Si bien las preocupaciones sobre la inmigración son notables en el centro y algunas partes del oeste de Pensilvania, los datos actuales que he revisado no sugieren que sea un tema decisivo a nivel estatal.
- ¿Qué efecto ha tenido la estrategia empleada por Trump de atacar a Harris con el tema migratorio?
Lo primero a tener en cuenta es que la estrategia de Trump implica vincular a Harris directamente con la administración de Biden, convirtiéndola en el blanco de cualquier crítica que dirija al presidente Biden. La oficina de la vicepresidenta, al igual que la del presidente, tiene poderes limitados. Para lograr cambios significativos en la inmigración, el Congreso debe primero aprobar una ley que el presidente luego pueda firmar. Durante el último año, el presidente Biden colaboró con los republicanos para redactar uno de los proyectos de reforma migratoria más conservadores de la historia de Estados Unidos, cediendo a casi todas las demandas de los republicanos. Sin embargo, cuando llegó el momento de votar, el expresidente Trump intervino, ordenando a los republicanos que rechazaran el proyecto de ley, temiendo que su éxito socavaría su campaña. Sin embargo, aunque muchos votantes son conscientes del sabotaje de Trump, la campaña de Harris necesita cambiar a una estrategia más ofensiva para informar a aquellos que aún no están al tanto del papel de Trump en el fracaso del proyecto de ley.
- Precisamente, Harris ha respondido destacando su historial como fiscal, prometiendo aumentar la seguridad fronteriza y, sobre todo, instando a los republicanos a romper el estancamiento sobre el acuerdo bipartidista en el Congreso. ¿Es una estrategia efectiva?
Es fundamental señalar que Donald Trump es, en efecto, el Partido Republicano. Como mencioné antes, el presidente Biden colaboró con los republicanos para presentar un proyecto de ley de inmigración conservador histórico que fracasó por orden de Trump. Hay suficientes republicanos, tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, que están dispuestos a anteponer los intereses de Donald Trump sobre los del conservadurismo tradicional y los de Estados Unidos, y el proyecto de ley de inmigración fallido refleja esto. Esta situación pone en relieve que, para algunos republicanos, el estancamiento no se debe a los detalles de la política migratoria, sino a no permitir que un demócrata, o cualquier persona que no sea Trump, logre la victoria en una reforma migratoria significativa y necesaria.