Un empleado de limpieza destruyó el trabajo de décadas de una investigación “pionera” en Estados Unidos al apagar el congelador de un laboratorio que contenía unas muestras muy importantes.
La razón que dio es que había un sonido de una alarma que era muy “molesto”, según una demanda presentada por abogados de la institución afectada en Nueva York.
MIRA: Cómo el fallido alzamiento del Grupo Wagner podría afectar la guerra de Rusia en Ucrania
Aunque había un cartel que explicaba cómo silenciar el pitido, el empleado presuntamente desconectó un interruptor por un error de lectura.
Según los abogados, las muestras almacenadas a -80 °C quedaron “insalvables”, lo que causó daños por valor de US$1 millón.
La universidad donde estaba el laboratorio ha demandado a la empresa de limpieza del empleado en cuestión por haberlo entrenado de forma inadecuada.
Había un botón para silenciarlo
El incidente ocurrió en septiembre de 2020 el Instituto Politécnico Rensselaer de Troy, de Nueva York.
Ahí se realizaba una gran investigación sobre fotosíntesis, dirigida por el profesor KV Lakshmi, la cual tenía el potencial de ser "pionera" en el avance del desarrollo de paneles solares, según el abogado del instituto.
El laboratorio tenía un contrato con la empresa de limpieza por US$1,4 millones.
Unos días antes de que el congelador fuera apagado, saltó una alarma que alertaba de un aumento de temperatura de 3 °C.
Aunque la fluctuación podría haber sido catastrófica, el profesor Lakshmi "determinó que los cultivos celulares, las muestras y la investigación no se veían perjudicados", según se lee en la demanda incoada.
Debido a las restricciones por la pandemia de covid-19 en ese momento, las reparaciones del congelador se demorarían una semana.
Mientras tanto, colocaron un cartel que alertaba: "Este congelador emite un pitido porque está en reparación. Por favor, no lo mueva ni lo desenchufe. No es necesario limpiar esta zona”.
"Puede pulsar el botón de silencio de alarma/prueba durante 5-10 segundos si desea silenciar el sonido".
Pero días después de que empezara a sonar la alarma, el encargado de la limpieza desconectó el interruptor que suministraba electricidad al congelador.
Según un informe presentado por el personal de seguridad del instituto, el encargado de la limpieza pensó que estaba encendiendo el interruptor cuando en realidad lo había apagado, informó el diario New York Post.
Cuando los investigadores descubrieron el error, la temperatura había tenido un aumento de 50 grados, hasta alcanzar -30 °C.
La mayoría de las muestras que debían conservarse a -80 °C quedaron "comprometidas, destruidas e insalvables, echando por tierra más de 20 años de investigación", según la demanda.
El abogado Michael Ginsberg dijo a la cadena NBC News que el empleado de limpieza escuchó "alarmas molestas".
Los abogados que lo entrevistaron dijeron que "aun así, no parecía creer que hubiera hecho nada malo, sino que solo intentaba ayudar".
El equipo jurídico del instituto afirma que la empresa que empleó al trabajador no formó adecuadamente a su empleado.
La compañía de limpieza declinó hacer comentarios.
Mattea Bubalo
BBC News