¿Tiene opciones de éxito el ‘impeachment’ impulsado por los republicanos contra Joe Biden?

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La formalización de la acusación es el siguiente paso luego de que en septiembre el entonces presidente de la Cámara Baja, el republicano Kevin McCarthy, abriera una investigación por la relación que podría tener el mandatario en los polémicos negocios en los que se ha visto involucrado su hijo Hunter Biden.

Apoyados en la frágil mayoría parlamentaria recuperada en enero, sin embargo, los republicanos postergaron la formalización del proceso hasta asegurarse de contar con todos los votos de su partido.

Finalmente, esta semana la medida fue aprobada por 221 votos a favor y 212 en contra. Con esto, a los parlamentarios se les facilitará el acceso a la información, documentos y testimonios tanto del jefe de Estado como de su hijo.

Además de los dos procesos judiciales en su contra, Hunter Biden viene siendo investigado por la Cámara de Representantes. Los parlamentarios buscan determinar si su padre cometió el delito de tráfico de influencias para beneficiarlo en los negocios que realizó el empresario entre los años 2014 y 2019, lo que incluiría la etapa de Biden como vicepresidente de Barack Obama.

En la justificación del proceso de impeachment, los republicanos argumentaron que la familia Biden recibió más de 15 millones de dólares de empresas y gobiernos de Ucrania, Rusia, Kazajistán, Rumanía y China.

Tanto el actual gobernante como su vástago han calificado la acusación como una persecución política. “En vez de estar haciendo cualquier cosa para ayudar a mejorar la vida de los estadounidenses, están centrados en atacarme con mentiras”, señaló el mandatario en un comunicado.

“Han violado mi privacidad, atacado a mi mujer, mis hijos, mi familia y mis amigos. Han ridiculizado mi lucha contra la adicción (...) Han menospreciado mi recuperación y han intentado deshumanizarme, todo para avergonzar y dañar a mi padre, que ha dedicado toda su vida al servicio”, dijo por su parte Hunter Biden durante una inusual rueda de prensa ofrecida el miércoles 13.

En dicha alocución, además, el abogado y empresario señaló directamente “a los trumpistas” de estar detrás de ello.

“La razón por la que los republicanos quieren llevar a Biden a un impeachment está guiada por Trump. Es la venganza de Trump porque los demócratas le hicieron dos impeachments a él. Algunos republicanos incluso han reconocido que no hay nada que justifique el proceso contra Biden”, explica a El Comercio el analista internacional Hernán Molina.

Si bien los republicanos consiguieron formalizar la acusación contra Biden en la Cámara Baja, esta ahora deberá pasar al Senado, en el que los demócratas consiguieron mantener el control por apenas dos escaños (51 frente a 49).

Según la Constitución, para que el presidente sea destituido se necesitaría que lo apoyen las dos terceras partes de los senadores; es decir, 67 votos.

Además de que resultaría virtualmente imposible para los republicanos alcanzar dicha cantidad de votos, Molina encuentra otras razones para que el juicio político ni siquiera llegue a dicha instancia.

“El impeachment se utiliza para crímenes serios, no es para cualquier cosa. Los acusadores deben probar y mostrar la evidencia para una nueva votación en la Cámara Baja. Queda esperar que hagan todo lo posible para encontrar algo o disfrazar algún argumento para justificar lo que realmente es solo una acción política de un partido contra otro”, explica.

Desde la Casa Blanca han respondido a los intentos de acusar a Biden negando que el actual mandatario haya cometido algún tipo de irregularidad y asegurando que la investigación tendría como interés real afectar las intenciones del actual inquilino de la Casa Blanca por presentarse a la reelección en el 2024.

Biden ha confirmado este año que buscará la reelección en unos comicios donde existe la probabilidad de que enfrente nuevamente a Trump, quien llega cargado de procesos penales en su contra, los mismos que van desde acusaciones financieras hasta el intento de vulnerar el proceso electoral del 2020.

En ese sentido, Molina considera que el intento de impeachment “no va a afectar a Biden” pues “los demócratas votarán por él, de la misma manera que lo hicieron por Bill Clinton cuando le iniciaron un impeachment”. Sin embargo, la verdadera preocupación en la tienda azul residiría en que el mandatario “no es un presidente popular, hay demócratas que temen que Trump podría ganarle”.