Evan Gershkovich, un reportero del Wall Street Journal que pasó un año tras las rejas en Rusia. (Foto de Dimitar DILKOFF / AFP)
Evan Gershkovich, un reportero del Wall Street Journal que pasó un año tras las rejas en Rusia. (Foto de Dimitar DILKOFF / AFP)
/ DIMITAR DILKOFF
Agencia AFP

La familia del periodista estadounidense, detenido en bajo acusación de espionaje, prometió este viernes seguir luchando por su liberación, cuando se cumple un año de su arresto.

“Nunca imaginamos que nuestro hijo y hermano se encontraría en esta situación, y mucho menos que pasaría un año entero sin certezas ni un camino claro” a seguir, afirma la familia en una carta dirigida a los lectores del Wall Street Journal, la empresa para la que trabajaba Gershkovich. “Pero a pesar de esta larga batalla, todavía nos mantenemos firmes”.

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Gershkovich, de 32 años, fue detenido por agentes del servicio de seguridad (FSB) el 29 de marzo de 2023. Le acusan de espionaje, la primera acusación de este tipo contra un periodista occidental desde la era soviética.

El reportero, Wall Street Journal y la Casa Blanca rechazan las acusaciones de espionaje y aseguran que tan solo es un periodista que hacía su trabajo.

El periodismo no es un delito y Evan fue a Rusia a hacer su trabajo como reportero, arriesgando su seguridad para hacer brillar la luz de la verdad sobre la brutal agresión de Rusia contra Ucrania”, declaró Biden en un comunicado.

Biden se comprometió a “seguir trabajando cada día para conseguir su liberación”, así como a “denunciar” y hacer pagar “los atroces intentos de Rusia de utilizar a los estadounidenses como moneda de cambio”.

El presidente ruso, Vladimir Putin, dice estar dispuesto a canjear a Gershkovich. Según el Kremlin, las negociaciones siguen entre bastidores.

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Un sinvivir

En su carta, los padres de Gershkovich, Mikhail y Ella, y su hermana Danielle describen el último año como “inimaginable”.

Ha sido como contener la respiración”, escribió la familia. “Hemos vivido con un dolor constante en el corazón pensando en Evan cada momento de cada día”.

La familia, que se ha reunido con Biden, dio las gracias al gobierno estadounidense, al periódico, a los amigos de Gershkovich y a los activistas por trabajar por su liberación y por su apoyo.

“A lo largo de todos los desafíos de este tumultuoso momento hemos visto cómo Evan se ha enfrentado a esta incertidumbre, atrapado en una pequeña celda, con escasas noticias del mundo, sin su libertad”.

El gobierno estadounidense ha declarado que Gershkovich está detenido injustamente, lo que significa que lo considera de hecho un rehén político.

A Evan, a Paul Whelan y a todos los estadounidenses retenidos como rehenes o detenidos injustamente en el extranjero: estamos con ustedes. Y nunca dejaremos de trabajar para traerlos de vuelta a casa”, dijo Biden, refiriéndose al caso de un exmarine estadounidense también encarcelado en Rusia.

Whelan, que trabajaba en seguridad para una empresa estadounidense de repuestos para vehículos en Rusia, fue detenido en diciembre de 2018 y cumple una condena de 16 años por espionaje, cargos que tanto él como el gobierno estadounidense niegan.

Durante el año pasado, la familia de Gershkovich ha visto imágenes y fotografías de un tribunal de Moscú en el que comparecía cada pocas semanas para que le prorrogaran continuamente la prisión preventiva.

“Le hemos visto enfrentarse a esto con la cabeza bien alta porque es inocente”, escribió la familia en la carta. “Él nos inspira a seguir adelante cada día, especialmente en esos días en los que recibimos sus cartas y vemos su sonrisa desde la cámara del tribunal”.

Esta semana, el tribunal de Moscú dictaminó que Gershkovich permanecería detenido hasta finales de junio.

El viernes el Wall Street Journal publicó un gran espacio en blanco en su portada bajo el titular: “Su historia debería estar aquí”.

En la prisión moscovita de Lefortovo, el reportero comparte una pequeña celda con otro recluso.

Todos los días da un paseo de una hora en un pequeño patio de la prisión, intenta mantenerse en forma haciendo ejercicio y depende de la fruta y las verduras que le envían sus amigos para complementar la escasa dieta carcelaria.

“Seguiremos luchando por la libertad de Evan, cueste lo que cueste”, dice la carta de la familia.

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