La policía indicó que usó bombas de humo para dispersar a los violentos, pero los medios estadounidenses indicaron que se empleó gas lacrimógeno.
Los hechos de violencia se dieron a pesar de que el presidente Barack Obama llamara a la calma minutos después de conocerse la decisión de un gran jurado que examinó el caso.
Walgreens on fire and people are rushing in before it burns down to loot more goods. #Ferguson pic.twitter.com/OrcjYDwA1t
— Paul Lewis (@PaulLewis) noviembre 25, 2014
More fires erupting in Ferguson pic.twitter.com/fZrivhnV6T
— PzFeed Top News (@PzFeed) noviembre 25, 2014
FERGUSON RIGHT NOW: -Several buildings on fire -Business looted -3 Cars set ablaze Live Feed - http://t.co/34Kxumqv3R pic.twitter.com/3lvOFmI2xO
— PzFeed Top News (@PzFeed) noviembre 25, 2014
A SECOND FERGUSON POLICE CAR ON FIRE. Live Feed - http://t.co/34Kxumqv3R pic.twitter.com/yroY18Wtsk
— PzFeed Top News (@PzFeed) noviembre 25, 2014
El policía blanco Darren Wilson, de 28 años, mató el 9 de agosto al joven negro Michael Brown, de 18, con seis balazos cuando estaba desarmado y en pleno día en una calle de Ferguson.
Este caso reavivó las tensiones raciales y provocó manifestaciones que muchas veces culminaron en disturbios.
Al conocerse la noticia este lunes en Ferguson, luego de tres meses de deliberaciones, cientos de manifestantes comenzaron a lanzar objetos contra las fuerzas del orden, gritando "no hay justicia, no hay paz", mientras la policía lanzaba gas lacrimógeno para dispersarlos.
Los gritos de protesta se oyeron también en la plaza Times Square de Nueva York y en la capital Washington, donde cientos de manifestantes rechazaron esta negación de justicia.
El episodio de la muerte de Brown ocurrió luego que se denunciara un robo en una tienda en la zona. Los testigos aseguran que Brown, un estudiante de secundaria que estaba desarmado, tenía los brazos en alto cuando fue baleado, mientras que Wilson dijo que actuó en defensa propia por temor a ser atacado.
Tras ser baleado, su cuerpo permaneció tirado en la calle durante horas, un hecho visto por los manifestantes como un signo de desprecio de las fuerzas del orden por la población negra.