Las reglas de juego del ‘impeachment’ que dividen a republicanos y demócratas

Desde la 1 de la tarde de hoy se inicia el juicio político contra el presidente Donald Trump en el Senado de Estados Unidos. Pero antes de que comience la presentación de los argumentos de los fiscales y las alegaciones de la defensa, los 100 senadores tienen que ponerse de acuerdo sobre las reglas a seguir en el proceso, un asunto que se prevé más peleado de lo que será el propio ‘impeachment’. ¿Por qué? Porque en las reglas de juego del juicio político estará la clave para que el proceso sea rápido, tal como lo desea Trump.

El lunes, McConnell propuso que cada parte tenga un total de 12 horas en dos días para presentar sus argumentos. Eso haría el proceso significativamente más rápido que el juicio político contra Bill Clinton en 1999, que duró cinco semanas.

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Para destituir al mandatario se necesitan 67 votos en el Senado. Teniendo en cuenta que en la cámara alta los republicanos tienen mayoría -53 votos- es casi un hecho que el mandatario seguirá en el cargo. Sin embargo, para aprobar las reglas del juicio se requiere mayoría simple, es decir 51 votos.

Por eso los demócratas han reaccionado indignados pues las reglas propuestas por el jefe de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, apuntan a un calendario muy ajustado para acabar rápidamente con el ‘impeachment’. El tiempo juega en contra porque el 4 de febrero será el discurso del Estado de la Unión, el mensaje a la nación que hace el mandatario cada año ante el Congreso, y Trump quiere llegar al Capitolio libre de cualquier juicio y con la sangre en el ojo para atacar directamente a su némesis: la démocrata Nancy Pelosi.

“Desgracia nacional”

El líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, ha advertido de un "encubrimiento" para complacer a Trump con el fin de complicar la presentación de testigos y nuevos documentos como evidencia que podrían complicar al presidente.

“Está claro que el senador McConnell está empecinado en hacer más difícil la obtención de testigos y documentos e intenta apurar el juicio”, señaló Schumer, que calificó las normas propuestas de “desgracia nacional”.

Los demócratas tienen 47 votos seguros en el Senado, pero necesitarían el respaldo de cuatro republicanos para rechazar las reglas del juego propuestas por McConnell.

Los demócratas quieren que testifiquen altos cargos del gobierno de Trump, como su jefe de gabinete, Mick Mulvaney, y el exasesor de Seguridad Nacional John Bolton, con la expectativa de que aporten detalles de los intercambios de Trump con Ucrania, la base de la acusación contra el presidente. Bolton, que no salió en buenos términos de la Casa Blanca, dijo que estaba dispuesto a testificar, si lo citan.

McConnell, que domina el guión por ser el jefe de la mayoría, dijo que no va a considerar el tema de los testigos hasta después de las argumentaciones y los intercambios de preguntas.

Sin celulares

Además del procedimiento, los senadores tienen que ajustarse a estrictas exigencias formales.

Usualmente locuaces, los senadores no podrán hablar con la persona de al lado, usar el teléfono celular o salir del recinto. Tendrán que permanecer sentados, en silencio y concentrados en el tema exhibido.

El proceso comenzará con una antigua frase procedimental: “A todos los presentes se les ordena mantener silencio, so pena de encarcelamiento”. Seguidamente, los 100 senadores tendrán que sentarse en sus escritorios durante horas para escuchar a la parte acusatoria, a los abogados de Trump y posiblemente a varios testigos.